La Audiencia Nacional ha rechazado el recurso que el Gobierno de Sánchez impuso tras las polémicas de los viajes privados en 2019.
Con el recurso que interpuso el Gobierno, se pretendía no detallar los medios de transporte y el uso del Falcon, que Pedro Sánchez había hecho durante los cinco primeros meses del 2019. Ahora los jueces de la Audiencia Nacional lo han desestimado.
Falcon, el avión de Sánchez
Los magistrados de la Audiencia Nacional, en concreto los del juzgado central de lo contencioso administrativo número 2. Han rechazado el recurso, y señalan que el Gobierno no tienen la suficiente transparencia.
Ya que no quiere detallar cómo se desplazó Sánchez, en eventos ajenos a la campaña electoral, en su cargo de jefe del Ejecutivo del PSOE.
Todo comienza el pasado 22 de octubre del año 2019. Por entonces fue el Consejo de Transparencia, el que pidió al actual Gobierno que diera una lista de los medios de transporte que utilizó Sánchez. Sin embargo, el Ejecutivo no quiso hacerlo, por lo que el Consejo de Transparencia, dictó una resolución en la que obligó a a Moncloa a rectificar, y entregar los detalles.
Aún así el Gobierno no aceptó dicha resolución, y decidió actuar por la vía judicial para defender sus derechos, y así seguir callándose los detalles de los desplazamientos del actual presidente. Se presentó un recurso judicial ante la Audiencia Nacional.
Meses después, la respuesta de la Audiencia Nacional obliga al Gobierno a pagar las costas y a entregar los datos sobre los medios de transporte oficiales que usó Sánchez para desplazamientos ajenos a esa condición. Como ya dictaminó en su día el Consejo de Transparencia.
Los jueces, señalan con dureza los argumentos que presentó la defensa del Gobierno, declarando que: «Cuesta entender que Presidencia del Gobierno carezca de información sobre los desplazamientos privados del Presidente en medios aéreos oficiales. cuya existencia no niega, y que desconozca cuál sea la Administración que disponga de ella».
Aún así el Gobierno ha querido dejar claro que va a agotar todas las vías de las que disponen, para no facilitar los datos, que al parecer pueden dañar su imagen.