Durante el fin de semana, la Policía ha abierto varios expedientes sancionadores por organizar o participar en fiestas clandestinas.
Los encuentros y fiestas clandestinas entre jóvenes se ha vuelto algo habitual a pesar de las restricciones que han puesto por la situación sanitaria del covid.-19.
Fiestas clandestinas pese las restricciones
A pesar de la situación sanitaria que se está viviendo en el mundo por la pandemia del coronavirus, hay mucha gente en especial los jóvenes que siguen haciendo fiestas clandestinas; esto a pesar de las consecuencias que tiene no cumplir con las restricciones, se ha vuelto de moda buscar diferentes alternativas para hacer reuniones y botellones y lograr evitar las multas que conllevan hacer estos actos.
En este momento de crisis parece no importarles las medidas sanitarias que han impuesto en los gobiernos, por el contrario pasan por alto la legalidad para organizar fiestas en secreto; como en este momento el botellón se encuentra censurado y los bares no pueden abrir, buscan la forma de reunirse, sin importar el distanciamiento.
En Madrid, la Policía Municipal ha encontrado varias fiestas clandestinas, en un pub desalojaron a 75 jóvenes; en otra reunión sacaron a 17 personas, de las cuales 9 eran menores de edad, pero la culpa no es solo de los adolescentes; en la que hallaron a los menores, fue uno de los padres quien les prestó el local.
Formas que usan para hacer reuniones
Cada vez son más las alternativas que consiguen para hacer las famosas fiestas, por ejemplo uno de los métodos que utilizan es pedir a pisos turísticos, debido a que son fáciles de alquilar, no ponen limite de personas y muchas veces se hacen los locos con tal de conseguir dinero.
Otra forma es utilizar los pisos de estudiantes, esta forma la utilizaron en Pamplona, durante el fin de semana; los agente de Seguridad Ciudadana llegaron a la calle Mercaderes porque recibieron información de una fiesta en un apartamento de alquiler; en ella se encontraban cuatros adolescentes, que no vivían juntos, a los cuales encontraron con bebidas alcohólicas y drogas. Uno se escondió debajo de la cama, otro estaba en la ducha; al final hubo un detenido por resistencia, desobediencia y amenaza.
En este momento como los bares se encuentran cerrados, las fiestas clandestinas ya se volvieron algo habitual; es por esto que en lugares como Málaga han decidido tomar precauciones como contar con patrullas de ciberagentes, los cuales se encargan en detectar este tipo de encuentros, gracias a la investigación de los agentes; la Policía Local de Benalmádena y la Policía Nacional; pudieron detener una fiesta que hubo en la madrugada del sábado, en donde se encontraban centenar de personas en una casa.
Se les puso sanciones y se les abrió un expediente a las personas que se lograron identificar, entre ellas a los supuestos organizadores; a pesar de que se detuvieron algunas personas, otras personas de las que se encontraban en la fiesta huyeron; la mayoría de los que se encontraban eran jóvenes entre los 20 y 30 años y no siendo poco la reunión; la mayoría no llevaba mascarilla.