Los manifestantes cortan las calles de Barcelona como protesta al cierre hostelero y de los demás negocios. Estas medidas suponen la ruina y la desesperación de muchos de estos empresarios.
El principal corte se ha establecido en la Gran Vía de Barcelona durante las protestas que se han llevado hoy 6 de noviembre, contra el cierre de negocios.
Las restricciones que Cataluña ha tomado para frenar los contagios de Covid no están favoreciendo al sector hostelero. Por ello, muchos se han echado a las calles barcelonesas bajo el lema «¡Queremos solución! ¡Queremos comer!».
Estas protestas, según afirmaban los organizadores, también representan a los gremios del ocio nocturno, los gimnasios, los centros de estética, los tatuadores, el taxi y la restauración.
«Ni de derechas ni de izquierdas» gritaban muchos de ellos en la concentración, pues se sienten realmente desesperados antes las nuevas restricciones. Reclaman «ser informados y consultados» ante estas medidas tan drásticas; así como «unas ayudas coherentes» que no los desampare «en el caso de un cierre obligado».
Entre las reivindicaciones también se encuentra la apertura de ciertos locales, ya que el cierre de los negocios podría tornarse permanente e irreversible. Consideran que es necesario hacer una revisión del cierre de todas aquellas actividades que podrían continuar operativas. Y sostienen que «el mal que estamos sufriendo estos sectores es un mal que afecta a todo el mundo». Ya que si no se toman medidas pronto, serán muchos más los negocios que atraviesen dificultad económica.
Hacia las doce del mediodía comenzaron las movilizaciones, desconvocándose apenas una hora después. No obstante, aquí no se queda la cosa pues las protestas se retomarán el próximo 11 de noviembre a las 13h en la Plaza Sant Jaume. De forma paralela, las manifestaciones también se llevarán a cabo en la Plaza España.
Buscan, ante todo, la coherencia de unas medidas que no los condene de forma definitiva a la ruina. Las manifestaciones convocadas para el próximo 11 de noviembre cuentan ya con los lemas «No al cierre» y «No somos el problema». Pues como manifiestan, se sienten anclados a la defensa de un derecho constitucional imprescindible como lo es el trabajo. Por el momento, estaremos muy atentos a lo que vaya sucediendo en esta Comunidad Autónoma, pues el panorama al que se enfrentan no pinta nada bien para el sector.
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