Adriana Cheble y Gustavo Salemme, eran una pareja de médicos, que murieron por coronavirus con solo una semana de diferencia.
Una pareja de médicos, Adriana y Gustavo, de 32 y 37 años, murieron por covid-19 con solo una semana de diferencia, la pareja no pudo conocer a su nieto que estaba a punto de nacer.
Su hijo Matías fue quien conto la historia a través de su Instagram, la cual se hizo viral, ya que consiguió cientos de mensajes reconcomiendo la labor de sus padres y apoyándolo por el momento tan difícil que está pasando el y su familia.
«Mi hermana está embarazada y mi hermano menor, como vivía con ellos, también se contagió. Fui el único de la familia que no se tuvo que aislar».
Al principio todos se aislaron en su casa, después empezaron a tener insuficiencia respiratoria, por esto se internaron en el Hospital Privado, donde trabajaba Adriana.
«Al principio se aislaron en su casa. Después, como empezaron con insuficiencia respiratoria, se internaron en el Hospital Privado, en el que trabajaba Adriana, sin embargo su esposo Gustavo falleció el 9 de octubre y Adriana el 16 del mismo mes.
«Su muerte es un dolor enorme que solamente se calma gracias al cariño infinito de la gente», confiesa Matías.
A pesar de el triste momento por el cual esta pasando la familia, Matías aprovecha para tratar de concientizar a las personas y expreso. «Más allá de lo que creas de la pandemia, de la cuarentena y las restricciones, estés de acuerdo con el Gobierno o no, yo te puedo decir que el virus existe y si te toca es cruel. Podéis perder al ser más amado en cuestión de días. A mi se me murieron mis padres en una semana de diferencia. El certificado de defunción dice Covid-19.
Matías también recalca que hay que cuidarse a uno mismo y a los de su alrededor. Es un trabajo que se debe hacer entre todos, toca ser responsables y cumplir con las medidas de precaución.
Por último su hijo se despide con unas palabras » Sé que desde donde estén nos mandarán la fuerza necesaria para seguir en este lío. Me alegro que estén juntos y en paz. Hoy las palabras se me acabaron, en vida las usamos todas y me alegro que así haya sido. Hasta siempre».
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