Temas cubiertos
Este miércoles, 21 de octubre, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria brasileña (Anvisa), vinculada al Ministerio de Salud de Brasil, comunicó la muerte de un joven voluntario que participaba en la fase tres de los ensayos clínicos para la vacuna contra el Covid-19.
Este estudio, en especial, es el que se lleva acabo con la farmacéutica AstraZeneca junto con la Universidad de Oxford en el país sudamericano.
En un comunicado, la agencia explica que fue notificada del deceso el 19 de octubre.
Oxford también asegura que se le ha dado una «cuidadosa evaluación» al caso y que no hallaron elementos que despierten preocupación por la seguridad de la vacuna. «La revisión independiente, además del regulador brasileño, han recomendado que siga el ensayo», asegura la universidad en su comunicado.
En cuanto a la información oficial dada por los organismos en cuestión, Anvisa o AstaZeneca, ha sido muy breve y poca, aludiendo a la confidencialidad de los datos médicos de los participantes en el ensayo.»De acuerdo con la normativa nacional e internacional de Buenas Prácticas Clínicas, los datos sobre voluntarios de investigación clínica deben mantenerse confidenciales, de acuerdo con los principios de confidencialidad, dignidad humana y protección de los participantes», puntualiza Anvisa.
Sin embargo, los datos se han ido divulgando por otros medios. Fue en CNN Brasil donde se informó que el voluntario era un hombre de 28 años que residía en Río de Janeiro. Además, el periódico brasileño O Globo, informó, citando fuentes no identificadas, que al voluntario se le había suministrado un placebo y no la vacuna. Se aproxima que la mitad de los voluntarios que participan en estos ensayos, que también se llevan a cabo en el Reino Unido e India, reciben la vacuna, mientras que la otra mitad recibe un placebo.
Después de que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunciara en sus redes que el Gobierno no compraría la vacuna del laboratorio chino Sinovac este miércoles, hubo una gran polémica en todo Brasil por la adquisición de estas vacunas. Pese a que el mismo ministro de Salud, el general del Ejército Eduardo Pazuello, firmó un protocolo de intenciones que pretenden garantizar la adquisición de 46 millones de dosis de tal inmunizante, por un valor de 427 millones de dólares, en la noche del martes, parece que el presidente se levanto pensando lo contrario.
Con base en la declaración del presidente, varios sectores brasileños le han pedido encarecidamente que no convierta la adquisición de esta vacuna contra el coronavirus en una nueva disputa electoral e ideológica.
El pitbull de grandes dimensiones que ha acabado con la vida de su dueño de 26 años será presumiblemente sacrificado tras lo sucedido.
El presunto asesino en serie queda con los hombres a través de apps de citas y posteriormente los droga para robarles en Bilbao.