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Dentro de muchas de las medidas que los países han tomado para controlar la propagación del covid-19, las relacionadas con la actividad sexual son de las más particulares. Este es el caso de países como Canadá, recomendando practicar el «sexo sin besos y con mascarilla», y el Reino Unido, que ha despertado polémica en sus habitantes tras prohibir el sexo casual entre personas no convivientes.
El pasado junio, el Gobierno del Reino Unido declaró una medida donde prohibía el sexo casual entre no convivientes en pro de controlar la propagación del coronavirus y asegurar el distanciamiento físico.
Sin embargo, este «sexban», prohibición de sexo, ha desatado polémica entre los ciudadanos británicos, que argumentan que es casi imposible garantizar su cumplimiento y ha generado risas y los llamados «memes». Ahora, con la segunda ola de contagios y el endurecimiento de restricciones en el país, vuelve a entrar en vigencia esta prohibición.
Esta restricción que vuelve a entrar en vigencia, cuenta con nuevas normas que limitan más estos encuentros sexuales y sociales. Los encuentros sexuales están permitidos en zonas que se encuentren a un nivel de riesgo medio, técnicamente hablando. Por lo tanto, ciudades como Londres, Essex y York, que se encuentran en umbrales superiores de peligrosidad, se han incorporado a la lista de zonas donde este tipo de encuentros están prohibidos.
Estas nuevas normas también establecen que, en estas zonas de riesgo «alto» y «muy alto», es ilegal reunirse en cualquier lugar, sea interior o exterior, privado o público, con personas por fuera de la burbuja social o del grupo de convivencia. Sobre todo, buscan garantizar que las personas no pasen una noche fuera de casa con otra persona que no es parte de esos grupos, así se trate de una pareja estable.
Desde junio la respuesta de los británicos ha sido con un tono de burla y de critica, pues esta es una ley que esta bajo pena de multa pero que su cumplimiento genera un sentimiento de incredulidad. En el momento en el que esta restricción fue impuesta la ola de «memes» y de burlas en las redes sociales fue algo inevitable. Comentarios como «¿habrá una fuerza especial del sexo que se hará cargo de que todo el mundo siga este #sexban? ¿Van a tocar en nuestras ventanas o van a mandar drones o algo?», es uno de los muchos que se burlaban y criticaban la norma anunciada por el primer ministro, Boris Johnson.
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