Las nuevas medidas adoptadas por el Govern para frenar el avance de contagios de Covid, que comprenden el cierre forzoso de la hostelería, bares y restaurantes, y la reducción del aforo a un 30% en tiendas durante al menos 15 días ha dejado al sector en un estado de shock.
La hostelería y el comercio aun no se habían recuperado del parón que se produjo durante el Estado de Alarma y de un verano a medio gas cuando se han encontrado con la limitación de una actividad temporal que compromete aún más su viabilidad y pone en riesgo miles de puestos de trabajo.
Así advirtieron ayer patronales y gremios.
La indignación es máxima entre el colectivo, formado mayormente por pequeñas empresas y autónomos, y ayer provocó una reacción inmediata y unánime de patronales empresariales, gremios y asociaciones profesionales en contra de las ultimas medidas adoptadas por la Generalitat.
La restricciones impuestas pretenden que bares y restaurantes solo puedan servir comida para llevar. Estas entrarán en vigor tan pronto se publiquen en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya.
Desde varias entidades han avisado ya que van a recurrir dichas medidas ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya para intentar paralizarlas, entre ellas se encuentran el Gremi de Restauració de Barcelona y Fecasarm.
El director del Gremi, Roger Pallarols, insistió el pasado miércoles, día 14, que antes “de tomar una medida drástica de cierre de la actividad de la restauración, una medida que perjudica todavía más a la viabilidad económica de miles de familias, y antes de hundir la ciudad de Barcelona, se han de encontrar alternativas”.
La reunión que mantuvieron los representantes del sector con el Govern fue tensa y provoco una profunda brecha entre los empresarios y la Generalitat. A las puertas del Palau se concentraron unos 200 restauradores, organizados de manera espontánea a través de las redes sociales, para protestar contra la decisión que anunció el presidente en funciones, Pere Aragonés.
La mayoría de los hosteleros afirman “estar hundidos” debido a las consecuencias que tendrán estas medidas en los negocios. La Confederació Empresarial d’Hosteleria i Restauració de Catalunya alerta del que el parón va a empeorar, “un 25% de establecimientos hosteleros sufre una situación tan precaria que cree que tendrá que cerrar de forma definitiva antes de que acabe el año”. El sector hostelero arrastra caídas de las facturación entre un 50% y 70% en la mayoría de los casos, según una encuesta reciente de la patronal Pimec.
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