El anciano acudió a realizarse una analítica al hospital y lo encontraron fallecido dos días después en uno de los lavabos del centro.
El pasado viernes, 9 de octubre, un anciano de 89 años fue encontrado fallecido en un lavabo del Hospital público Vall d’Hebron, en Barcelona. El anciano acudió el miércoles de esa misma semana, día 7 de octubre, a hacerse una analítica y ya no regresó a su domicilio, por lo que se sospecha que podría haber estado dos días en el lavabo sin que nadie se percatase de ello.
Anciano fallecido en un lavabo del hospital
Fuentes del Hospital Vall d’Hebron han comunicado a la Agencia EFE que el pasado viernes encontraron a una persona fallecida en uno de los cuartos de baños públicos del centro.
La familia del anciano había denunciado su desaparición ante los Mossos d’Esquadra el mismo día en que el anciano no regresó al domicilio tras su cita en el hospital, miércoles 7 de octubre, donde se sometió a un análisis de sangre rutinario.
Los Mossos d’Esquadra no avisaron a los responsables del hospital hasta el viernes, aunque la desaparición ocurrió el miércoles. Fue entonces cuando desde el hospital revisaron las cámaras de seguridad y comprobaron que el desaparecido había entrado en el centro pero en ningún momento había salido.
La portavoz del hospital ha confirmado que los “Mossos d’Esquadra nos avisaron el viernes de la desaparición y el viernes encontramos a la persona fallecida, que era un paciente ambulatorio, no ingresado, del hospital».
Desde el centro sanitario aseguran que “la Comisión de Seguridad del Hospital está revisando los protocolos de seguridad para saber exactamente cómo se ha producido esta situación. De este modo evitaremos además que se pueda repetir una situación similar en el futuro».
Se cree que los hechos pudieron ocurrir porque el anciano se encontrase indispuesto el miércoles, entró al baño y allí falleciese por causas que se desconocen sin que nadie se percatase de su presencia dese el miércoles hasta le viernes cuando lo encontraron.
Los responsables del Vall d’Hebron han explicado que se han puesto en contacto con la familia del fallecido para expresar sus condolencias y explicarles los avances en la revisión de los protocolos de seguridad.
La familia no se explica que nadie se percatara de que estaba allí. «Mi padre estuvo cinco horas sin poder comer para hacerse la analítica. Sabiendo que mi padre era diabético…¿cómo no se le encuentra en el baño de un hospital público?», se queja su hijo Javier.
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