Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer, un 57,3% de las mujeres que viven en España son víctimas de algún tipo de violencia machista.
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Este es el impactante resultado que arroja la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer que realiza el Ministerio de Igualdad. Más de un 57% de las mujeres mayores de 16 años que residen en nuestro país han sido víctimas de algún tipo de violencia machista.
La violencia machista sobre las mujeres españolas
El Ministerio de Igualdad recabó el año pasado un enorme conjunto de datos y entrevistas para elaborar la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer, el estudio estadístico más importante y de mayor tamaño que se realiza en España acerca de la violencia machista.
El resultado es escalofriante: un 57,3% de las mujeres que residen en nuestro país ha sufrido violencia a lo largo de su vida por el simple hecho de ser mujer. Si el porcentaje es sonrojante, la cifra es aún peor: casi doce millones de mujeres son o han sido víctimas de violencia de género.
Dentro de la violencia machista no sólo aparece la agresión física, sino que engloba otros muchos tipos de comportamiento intimidatorios o vejatorios: agresión psicológica, stalking, agresiones sexuales, tocamientos, abusos, insultos…
Algo que debería preocuparnos es el porcentaje de casos de violencia machista entre las jóvenes: un 71,2% de las mujeres entre 16 y 24 años confiesan haber sufrido algún tipo de agresión y un 68,3% de las que tienen entre 25 y 34. La única lectura positiva es la realizada por Victoria Rosell, Delegada del Gobierno para la Violencia de Género: se ha roto la espiral del silencio. Las generaciones jóvenes identifican rápidamente estos comportamientos y no tienen problema en denunciarlos y hablar de ellos.
También el uso de internet, redes sociales y todo tipo de avances tecnológicos ha permitido que se creen nuevos tipos de violencia que antes no podían ejercerse como el chantaje con vídeos de contenido erótico, el ciberacoso con fines sexuales o cualquier otro tipo de violencia contra la intimidad sexual de las mujeres.
La violencia sexual: otro dato abrumador
El estudio incluye también la violencia sexual en sus diferentes formas: abuso, agresión, acoso… Según los datos, más de medio millón de mujeres en nuestro país ha sido violada. Aún hay más, 1,3 millones han sufrido violencia sexual por parte de una persona que no era su pareja o lo había sido. En más de un 99% de los casos, el agresor es un hombre.
La Macroencuesta también sirve para desmontar estereotipos y arrojar luz a un asunto del que sus víctimas hablan poco: en más de un 80% de las agresiones sexuales, el hombre era conocido o cercano para la víctima. El problema va mucho más allá del desconocido que te asalta en la calle. Además, la mayoría de estos ataques se produce dentro de la casa.
El silencio de las víctimas también es un dato preocupante: sólo el 8% de las mujeres que sufren violencia sexual lo denuncian. Los motivos principales por los que no se habla de la agresión es por vergüenza o por ser menor de edad. También aparecen como causas el miedo a no ser creída y el miedo al propio agresor. Cuando éste es conocido, suele ocupar una posición de poder respecto a la víctima y la intimida lo suficiente como para que permanezca en silencio.
El miedo o reparo a contarlo son tales que 1 de cada 4 mujeres ni siquiera confesó la agresión sexual a su entorno más cercano.
Consecuencias psicológicas sobre las víctimas
El problema puede ser aún más grave cuando la violencia machista sigue oculta: en primer lugar, porque puede seguir repitiéndose. A esto hay que añadir que no se acude a ninguna institución en busca de ayuda. En este sentido, tres de cada cuatro víctimas de violencia de género en la pareja no buscaron ayuda formal tras el episodio y una de cada 4 víctimas de violación ni siquiera se atrevió a contárselo a su entorno más cercano.
En este aspecto, el 75% de las víctimas que han sufrido algún tipo de violencia arrastran consecuencias psicológicas. Indistintamente de que se trate de episodios de violencia física o sexual.
Como consecuencia de haber sufrido una violación, el riesgo de tener pensamientos o tendencias suicidas es seis veces mayor. El daño no se limita al momento de la agresión, sino que sus secuelas duran toda la vida y pueden ser fatales.
Hay tareas, como la concienciación, que parecen surtir efecto. Por contra, tenemos otros retos por delante: terminar con el miedo que tienen las mujeres a denunciar la violencia machista y sexual que sufren y, por supuesto, educar desde pequeños en que este tipo de comportamientos no son aceptables en una sociedad sana.
Es una misión individual y colectiva atajar y erradicar este grave problema que, a tenor de los resultados, no parece disminuir.