Una juez decreta la libertad con cargos para los dos turistas italianos que habían sido detenidos por los Mossos d’Escuadra de Barcelona después de haber sido acusados de drogar y abusar de dos chicas durante la madrugada del pasado domingo 16 de agosto.La magistrada ha decretado una orden de alejamiento de las víctimas y ha prohibido que los dos turistas puedan abandonar el espacio Schengen.
Los dos turistas conocieron a las chicas en la zona de ocio nocturno del Forum de Sant Adrià de Besòs. Ellas habían salido con un grupo más grande de chicas que casualmente se sentó en la mensa contigua a la de los turistas.
Ambos grupos empezaron a hablar y los chicos mostraron interés en una de las mujeres.
En un momento de despiste, los italianos presuntamente vertieron una sustancia en la bebida de dos chicas que, actuando de forma conjunta con el del alcohol, anuló completamente la voluntad de las chicas.
Al despertar en su domicilio personal, las chicas estaban muy aturdidas y no recordaban nada de lo que había sucedido. Solo eran capaces de recordar un momento en el que ambas estaban completamente desnudas y en compañía de los chicos, que tenían una acentuada actitud sexual. No obstante, no recordaban si habían llegado a copular.
Conjuntamente, intentaron reconstruir los hechos que habían sucedido durante la noche. Gracias a una aplicación móvil de servicio de taxis que había instalada en el teléfono de una de ellas conocieron cómo habían llegado a su casa. Alarmadas por los hechos, las chicas se dirigieron a un centro de salud de madrugada.
Allí, les realizaron una analítica que determinó que habían ingerido, de forma no voluntaria, algún fármaco que contenía benzodiacepinas, un compuesto que actúa sobre el sistema nervioso y provoca efectos sedantes, amnésicos y/o relajantes.
Las chicas denunciaron los hechos. Los Mossos d’Escuadra de Barcelona pudieron identificar a los turistas presuntamente acusados de abusar y drogar a las chicas a través del seguimiento de sus cuentas de redes sociales. Acto seguido, pudieron localizar la ubicación del domicilio donde se estaban alojando, en el Eixample de Barcelona.
Según los datos de la unidad de atención a las víctimas de violación del hospital Clinic, una de cada cuatro mujeres que acuden a la unidad después de haber sufrido una agresión sexual presenta lastres de haber sufrido un episodio de “sumisión química”.
En términos policiales, la “sumisión química” es aquella modalidad de violación en la que el violador utiliza sustancias narcóticas con el fin de anular la voluntad de las víctimas. Las drogas más frecuentes que se suele administrar son los benzodiacepinas, la burunganda y la quetamina.
El Código Penal no reconoce la “sumisión química” como una agresión sexual –violación–, sino como un abuso. Esta categorización hace que las penas estén más reducidas. El delito suele estar castigado con una pena de entre uno y tres años de cárcel, o una multa de 18 a 24 meses.
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