Muere una niña con coronavirus en Tarragona por una isquemia intestinal y la perforación gástrica que podrían relacionarse con el virus.
El pasado martes, 11 de agosto de 2020, una niña positiva de coronavirus murió en el Hospital Joan XXIII de Tarragona. Según ha informado el diario regional Diari de Tarragona, la menor había dado positivo de COVID-19 unos días atrás y no había presentado patologías previas.
La niña llegó al centro hospitalario de Tarragona en la noche del lunes, sufriendo un abdomen agudo, una patología que podría haber sido originada por el coronavirus. La menor había estado bajo control médico en el Hospital Verge de la Cinta de Tortosa y fue trasladada después de que su estado de salud empeorara.
El abdomen aguado derivó en una isquemia intestinal y una perforación gástrica. La niña fue sometida rápidamente a una intervención quirúrgica; no obstante, debido a su deteriorado estado de salud, la menor falleció en la mañana del martes.
Josep Maria Argimon, secretario de Salut Pública de la Generalitat de Catalunya ha dicho que actualmente se desconoce la causa de la muerte de la niña. Los resultados de la autopsia determinarán si las patologías, cuyas complicaciones han derivado en la defunción de la niña, estaban relacionadas con la COVID-19.
El coronavirus también afecta a los niños
Según los investigadores y el personal médico, las complicaciones que sufrió la menor son mucho más frecuentes en niños contagiados por coronavirus que en adultos. El estudio Kids Corona realizado por el Hospital Sant Joan de Déu confirma que los niños, al igual que los adultos, se infectan de coronavirus. No obstante, en los niños, la enfermedad se presenta de forma más leve. De los 724 niños que siguió la investigación, más de un 99% de los que estaban contagiados no presentaron síntomas o mostraron síntomas poco importantes.
La muerte de la menor ha suscitado una gran polémica en redes sociales, pues apenas falta un mes para que se reabran las puertas de los centros escolares. Los colegios finalizaron las clases presenciales de forma prematura el pasado mes de marzo, cuando el Gobierno decretó el estado de alarma.
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