El temor a un nuevo confinamiento provocado por la segunda oleada de coronavirus en España provoca una operación huida de las grandes ciudades a segundas residencias.
La operación salida de verano parece haberse adelantado una semana.
El miedo a que se impongan un nuevo confinamiento en las grandes ciudades españolas ha provocado que los ciudadanos adelanten sus vacaciones y provoquen un éxodo a segundas residencias con el objetivo de no perder las vacaciones de verano.
Así, la operación salida de todos los años parece haberse convertido en la operación huida.
El incremento de casos en Cataluña, la tendencia ascendente que está sufriendo en Madrid, la obligatoriedad de las mascarillas en casi todo el país, son motivos suficientes para que se haya creado un tipo de psicosis colectiva que haya provocado el adelanto de vacaciones.
Miles de personas de las grandes capitales han optado por viajar cuanto antes a segundas residencias o a la de algún familiar, pensando pasar en un hipotético encierro más cómodo y lejos de la ciudad.
Los agentes de tráfico se han movilizado con antelación. «Estos días hemos visto cómo había atasctos en la A-3 (autovía Madrid-Valencia)» explican desde la Guardía Civil. El cuerpo de seguridad prevee que la Operación salida de agosto sufrirá una caída del 20% en número de desplazamientos.
Esta operación huida tiene un precedente muy cercano. El éxodo que se vive estos días, ya se vivió en marzo con el cierre de comunidades y el estado de alarma, cuando multitud de personas decidieron viajar a segundas residencias, propagando, así, el virus.
Desde la DGT, se ha lanzado una campaña para concienciar sobre los desplazamientos y la importancia de extremar las precauciones. Además, durante toda la operación salida de agosto se llevará a cabo un despliegue de vigilancia de carreteras, sin precedentes. Un despliegue que constará de cuatro fases con el objetivo de mantener la seguridad en las carreteras españolas.
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