La increíble sorpresa tuvo lugar en un restaurante de Gijón mientras la pareja celebraba su 40 aniversario.
La vida da muchas vueltas y, para bien o para mal, puede cambiar por completo en un instante. Y si no que se lo digan a Joaquín y Noemí, una pareja asturiana que se llevó una increíble sorpresa el pasado 7 de julio al celebrar su 40 aniversario.
Salieron a cenar y hallaron en un plato de almejas lo que pensaron en un principio que era una piedra. La suerte les sonrió, ya que realmente se trataba de una perla negra.
Perla negra en un plato de almejas
La pareja cenó en El Campanu, un restaurante de Gijón, y pidió un plato de almejas de Carril a la sartén con vino blanco con un inesperado ingrediente extra: en el interior de una de las almejas Joaquín visualizó lo que a simple vista parecía ser una impureza. Entonces, observaron mejor el pequeño objeto de color negro y cayeron en la cuenta de que era una perla brillante.
En aquel momento, no eran conscientes del valor económico de su increíble hallazgo. Al día siguiente, empezaron a buscar en Internet y se dieron cuenta de que haberla encontrado era una rareza muy grande, y mucho más en almejas.
Se pusieron en contacto con un joyero y este les explicó que debido a la escasez de la perla, esta posee un gran valor. Solo se tiene constancia de otro ejemplar en una almeja de Andalucía. En esta ocasión, este descubrimiento fuera de lo común se ha trasladado a la otra punta de la Península, en el norte del país.
La perla, valorada en miles de euros
A pesar del enorme valor económico de la perla, la pareja ha preferido optar por el valor sentimental que les supone y supondrá siempre, por lo que explica Noemí que sus planes son encargar a un joyero que la engarce para transformarla en un colgante que lucirá ella. Un regalazo con el que no contaban y que siempre les acompañará.
El encargado del restaurante El Campanu cuenta que compraron el producto a una empresa de mariscos de O Grove, y que el plato en cuestión se realiza a la sartén y se añade un poco de vino blanco hasta que las almejas se abren.
Todo un manjar que Noemí y Joaquín decidieron degustar debido a que la ocasión bien lo merecía, y que culminó con una celebración de cuarenta años de matrimonio que nunca podrán olvidar.
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