Renfe necesita recuperarse de las pérdidas económicas que le ha supuesto el Coronavirus y el Estado de Alarma.
Renfe, como la mayoría de empresas de transporte, ha sufrido un shock económico que ha provocado el desbarajuste de ingresos que tenía estudiada la empresa para el ejercicio de 2020. Además, la operadora ferroviaria ve entorpecido la liberalización de la empresa a la que aspiraba durante este año.
El Coronavirus afecta a Renfe
La pandemia del Coronavirus han alterado las previsiones que tenía Renfe para 2020. El parón por el Estado de Alarma ha puesto patas arriba cualquier previsión de Renfe. Los ingresos se han reducido drásticamente debido al Estado de alarma y la cancelación de varias rutas de viaje.
A esto, se le suma unos costes que no se han reducido. La operadora ferroviaria ha decidido no implantar ninguna forma de regulación temporal de empleo, lo que ha llevado al mantenimiento del servicio por encima de la oferta y, por otro lado, la obligación de implantar nuevas medidas de desinfección, para garantizar la salud de los pasajeros y trabajadores. Todo esto ha provocado, como hemos dicho, un incremento de gastos que, ni mucho menos, ha venido acompañado de unos mayores ingresos.
Esto ha provocado unas pérdidas de entorno a 420 millones. El gobierno, por su parte, ha aumentado el techo de endeudamiento hasta los 1.000 millones para la empresa ferroviaria. Una medida que adoptó en el día de ayer, 7 de julio, con el objetivo de hacer más leve este inmenso contratiempo económico. Además, Renfe ha pactado con la banca poner en marcha líneas de financiación de seis meses.
Renfe opta por optimizar los procesos
La pandemia ha frenado grandes proyectos que preveían el crecimiento de la empresa en un 30% durante la próxima década. Entre ellos, el papel del AVLO (el nuevo tren low cost), que se preveía que iba a tener un papel fundamental en los próximos años. También, se ha visto truncada, por el momento, la oportunidad de consolidarse en el mercado francés o el tren de alta velocidad Houston-Dallas.
Este shock que ha provocado el Coronavirus ha llevado a Renfe a una optimización de procesos. Renfe ha confirmado medidas como que no operarán con trenes vacíos, aumento de rutas de carácter turísticas, con el objetivo de frenar la sangría que ha supuesto esta pandemia.
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