La guardia Urbana de Barcelona realizará controles nocturnos hasta el domingo y de entrada a la ciudad el lunes para evitar desplazamientos a segundas residencias durante la Semana Santa. El teniente de alcalde de Prevención y Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, ha advertido que no van a permitir que haya personas que vuelvan a burlar las normas de confinamiento como ocurrió el fin de semana pasado.
Para la operación “no salida” de Semana Santa, 140 agentes de la Guardia Urbana velarán por hacer controles nocturnos tanto de entrada como salida, para que tan sólo se produzcan los desplazamientos indispensables de los servicios esenciales.
Estos controles tienen su principal finalidad, a parte de impedir que esto vuelva a repetirse, de controlar a todos aquellos que infringieron el confinamiento y pusieron el peligro la salud de los vecinos de aquellos lugares a los que hayan ido, y que pueden poner en peligro a Barcelona por estos desplazamientos.
Batlle sostiene que “el confinamiento es norma esencial de convivencia y respeto, no son medidas caprichosas”. También ha apelado “al civismo y la solidaridad”. El teniente de alcalde ha recalcado que los desplazamientos a pie también están restringidos, por lo que en estos cuatro días de Semana Santa la Guardia Urbana y Los Mossos d’Escuadra intensificarán los controles.
Sin revelar en qué barrios, ha explicado que se ha detectado un aumento de la presencia de gente en el espacio público, y a subrayado que el buen tiempo no puede ser una excusa para romper el confinamiento. Los casos detectados de personas que no respetan el confinamiento domiciliario están entre los 800 y 1.000 diarios, la mayoría reincidentes. Batlle también ha mostrado preocupación por el aumento de la velocidad con la que circulan los vehículos por la ciudad.
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