Cataluña, la Generalitat frena dos hospitales montados
Salud argumenta que las instalaciones no reunían los criterios técnicos necesarios La Generalitat catalana ha frenado la construcción o puesta en marcha de dos hospitales de campaña en Sabadell y Sant Andreu de la Barca, que estaban siendo montados por el Ejército y la Guardia Civil para aliviar la saturación que viven los centros médicos en esas ciudades.
La consejera de Salud, Alba Vergès, negó este miércoles en el Parlament que el Govern haya rechazado “la ayuda de nadie”, sino que se debió a criterios técnicos. El rechazo a la ayuda del Ejército en la Generalitat fue verbalizado por el consejero de interior, Miquel Buch, el 18 de marzo: “Es del todo innecesario”, declaró.
“Seguro que hay otros territorios del Estado español donde el Ejército se puede desplegar”.
Con el paso de los días la Generalitat acabó pidiendo la ayuda de la Unidad Militar de Emergencia (UME) para desinfectar residencias de ancianos y otras instalaciones. Ahora, frena la construcción de dos infraestructuras hospitalarias. La negativa a abrir los centros coincide con el colapso del hospital de Sant Andreu de la Barca, en el que 122 de los 193 casos de Coronavirus corresponden a sanitarios que denuncian la falta de materiales de protección; son los mismos que compartían una fotografía hace unos días trabajando “protegidos” con bolsas de basura.
El hospital de campaña se acabó hace 15 días, tiene capacidad para 140 camas y fue uno de los primeros que se montó en Cataluña, pero la Generalitat ha rechazado utilizarlo. “Cada día visitamos entre 40 y 60 personas en sus casas que se están muriendo solas mientras ese hospital está vacío”, se lamente Enric Llorca, alcalde de Sant Andreu de la Barca y médico de asistencia primaria en activo. Explica también que el Ayuntamiento habilitó hace 10 días un hotel medicalizado con 47 habitaciones que tampoco se está usando. En el caso del hospital de Sabadell, la instalación contaría con 210 camas que ayudarían a descongestionar el hospital del Parc Taulí, que atiende a 400.000 enfermos.
Cuando estaba acabado, una responsable de este organismo se negó a que los militares continuasen con la instalación por la tela empleada en las tiendas. Al día siguiente, la alcaldesa de la ciudad, Marta Farrés, visitó el hospital y censuró la actuación de la Generalitat. Media hora después recibió una solución que dos días antes le habían negado: los plafones necesarios para montar el hospital en las tiendas de campaña. La Generalitat argumenta que el hospital se construyó teniendo en cuenta el método del ejército para las crisis humanitarias.
La alcaldesa opina “Pese a todo, los enfermos hubieran estado mejor durmiendo allí que en las escaleras de urgencias del Parc Taulí, como ha ocurrido”. La administración catalana se negó a pagar el alojamiento de los militares en los hoteles, que ha asumido el Ayuntamiento. “El problema es que la Generalitat siempre pretende que quede claro que no necesitan al Estado, pero al final les desborda la realidad”, aseguran fuentes del Gobierno Central.
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