Teóricamente esta semana el Gobierno habría debido empezar a realizar los test rápidos a las capas de la población más vulnerables para descubrir la incidencia real de la pandemia, pero algunos lotes comprados no funcionan bien.
Es decir, la primera partida que se compró al país asiático no es fiable. China ha dado su versión sobre la polémica y asegura que España compró los test a una empresa sin licencia.
La Embajada de China aclara la situación sobre los test de detección del Coronavirus a través Twitter: los kits de pruebas rápidas que adquirió España para detectar con más rapidez los casos positivos de Covid-19 fueron comprados a una empresa sin licencia, la Bioeasy. El Ministerio de Comercio chino envió al Ministerio de Sanidad “una lista de recomendaciones de proveedores clasificados.” En la lista no se encontraba la compañía mencionada. La Bioeasy no presenta la «licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos.» Además, la embajada especifica que entre las donaciones que ha efectuado el gobierno chino no incluyen material de este fabricante.
Según el coordinador de Emergencias del Ministerio, Fernando Simón, las pruebas defectuosas son en torno a 9.000. El Instituto de Salud Carlos III y en hospitales de la Comunidad de Madrid analizaron los kits. Al final de las análisis se comprobó que los datos que constaban en los certificados de calidad “con marcado CE” no valían.
Simón ha aclarado que «esto ha obligado a devolver los lotes«. Además, «nos van a proveer de otros test rápidos y se han conseguido otros proveedores», ha añadido. Se desconoce todavía cuánto el Ministerio ha pagado por esta carga y cuántos kits están ya en España.
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