Segunda semana de aislamiento para España, pero la situación no está mejorando. En tres días se duplicaron los 1.000 fallecimientos por Coronavirus del pasado viernes, actualmente son 2.229 desde el inicio de la pandemia. Un ritmo que ni China ni Italia, el país más afectado por el COVID-19, han logrado.
La pandemia de Coronavirus se propaga por España más rápidamente y ampliamente que en Italia.
Único punto en común es que en ambos países cerca del 90% de los primeros 100 fallecimientos ocurrieron en tres regiones: Lombardía, Emilia-Romaña y Véneto en el caso de Italia, mientras las primeras comunidades españolas fueron Madrid, País Vasco-La Rioja y Aragón.
No obstante, las muertes en Italia siguen registrándose en las mismas regiones mencionadas. Ocho de cada diez fallecimiento se siguen concentrando donde surgió el primer brote, mientras las otras regiones presentan una tasa de mortalidad muy baja. En cambio, en España se ha manifestado un aumento de casos en otro grupo de comunidades que incluye Castilla y León, y Castilla-La Mancha. Se trata de autonomías que han registrado un crecimiento considerable de muertes en la última semana. Un fenómeno que no ha pasado en el país alpino.
Según los expertos, la razón a la base de esta diferencia es que en España hubo una dispersión geográfica muy alta en los días previos a la declaración del Estado de Alarma que impuso el aislamiento. En cambio, en Italia cuando se detectaron los primeros focos la movilidad se disminuyó notablemente. Otras razones son un número más elevado de casos importados en España, un goteo que fue más intenso y disperso, y una circulación de personas entre norte y sur que es más fuerte respecto a Italia.
Uno de los aspectos más importantes para contrarrestar el virus es la capacidad de hacer test a todos los casos leves y sospechosos. De hecho, se ha extendido la realización de pruebas rápidas que el Ministerio de Sanidad anunció ya hace una semana.
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