Cómo una idea puede transformar vidas a través de la tecnología 3D
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La historia inspiradora de Ayúdame3D y su impacto global
En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, hay historias que destacan por su capacidad de transformar vidas. Una de ellas es la de Ayúdame3D, un proyecto fundado por Ima Sanchís a los 22 años, cuyo objetivo es proporcionar brazos personalizados a personas que lo necesiten, utilizando impresoras 3D.
Este esfuerzo altruista ha llegado a 65 países y ha permitido que muchas personas recuperen la esperanza y la funcionalidad en su vida diaria.
El origen de Ayúdame3D
La idea de Ayúdame3D nació de la experiencia personal de Ima, quien desde pequeño mostró un gran interés por la tecnología y la creación de objetos.
Su pasión por la robótica y la domótica lo llevó a desarrollar un dron para rescates en edificios derrumbados durante su carrera universitaria. Sin embargo, fue un viaje a Kenia, donde se dio cuenta de la necesidad de prótesis, lo que lo impulsó a crear brazos personalizados para aquellos que los necesitaban. Utilizando materiales reciclados y su impresora 3D, Ima logró diseñar prótesis que permiten a los amputados realizar actividades cotidianas, como leer o escribir.
La labor de Ayúdame3D no solo se limita a la fabricación de prótesis. Ima ha implementado programas educativos en colegios y empresas, enseñando a jóvenes y adultos sobre la impresión 3D con un enfoque social. Esto no solo genera conciencia sobre la importancia de ayudar a los demás, sino que también fomenta el emprendimiento social. La organización ha logrado un modelo de negocio sostenible, donde el 33% de las prótesis se entregan en España, especialmente a niños y personas mayores, quienes se benefician de la ligereza y personalización de las prótesis.
Innovaciones que marcan la diferencia
Además de las prótesis, Ayúdame3D ha desarrollado otras iniciativas, como las cajitas chemobox, diseñadas para cubrir las bolsas de tratamiento de quimioterapia. Estas cajas, personalizadas con los superhéroes favoritos de los niños, ayudan a reducir la ansiedad y tristeza asociadas con el tratamiento. La personalización es clave en el trabajo de Ayúdame3D, ya que permite que los niños vean sus prótesis como una extensión de su identidad, convirtiéndolos en superniños.
Con un equipo de 12 personas y alrededor de 100 voluntarios expertos en 3D, Ayúdame3D continúa expandiendo su alcance y mejorando la calidad de vida de muchas personas. La historia de Ima Sanchís y su proyecto es un claro ejemplo de cómo la innovación y la solidaridad pueden unirse para crear un impacto positivo en el mundo.
