Una estudiante británica bebe y come solo té durante una semana. Al final de la prueba se encuentra exhausta, cansada y desorientada.
Jessica Cole es una estudiante británica que cursa su tercer año de psicología en la Universidad de Lincoln. Decidió hacer una prueba y probarlo en sí misma: durante una semana bebe té. Los días pasaron y Jessica, por supuesto, se sentía cada vez más debilitada y cansada.
Tras la semana de «prueba», su respuesta fue que la falta de agua y la alta concentración de cafeína, contenida de forma natural en el té, provocaban disfunciones en el organismo difíciles de gestionar durante un periodo de tiempo prolongado.
Estudiante bebe más de sesenta tazas de té
El estudiante consumió un total de unas sesenta tazas de té durante la semana de la prueba, hay que tener en cuenta que, por término medio, cada taza contiene unos 75 mg de cafeína. Todos sabemos cuáles pueden ser los efectos secundarios del consumo excesivo de cafeína: ansiedad, fatiga, trastornos del sueño, temblores y depresión, en algunas personas, también pueden aparecer molestias más importantes como diarrea, náuseas, vómitos y calambres.
Hay algunos ejercicios que puedes hacer inmediatamente después de consumir demasiada cafeína para remediar el malestar resultante, una de ellas es beber mucha agua, puede que no lo parezca, pero es muy útil. El agua ayuda a eliminar la cafeína del cuerpo, lo limpia y purifica, y le permite procesarla y eliminarla mucho más rápidamente.
En unas declaraciones al Mirror sobre su experimento, Jessica dice: «Era realmente aburrido beber lo mismo día tras día; creo que nunca he deseado tanto un simple vaso de agua en mi vida. Al final de la semana de pruebas, dijo sentirse «con náuseas» y «agotada, muy cansada y lenta».
El consumo excesivo de cafeína puede tener efectos secundarios
Sin embargo, le aconsejamos que no repita la prueba de la estudiante en la que bebe solo té, ya que podría resultar muy peligrosa para su salud. La cafeína puede ser muy peligrosa, numerosos estudios lo demuestran.
Es difícil de gestionar y racionalizar, el experimento de Jessica se produce apenas unos días después de que un estudio advirtiera que los trabajadores consumían demasiada cafeína. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria ha establecido una ingesta diaria de 400 mg (es decir, 4 tazas de café instantáneo), pero el 30% de los trabajadores consumen al menos 5 tazas de bebidas con cafeína.
La atención, a veces excesiva, a las dietas tampoco ayuda. Así como la mala interpretación de algunos resultados experimentales, como el de la OMS (Organización Mundial de la Salud) sobre el consumo excesivo de carne roja y procesada. El informe de la organización sobre el consumo excesivo de carne roja y procesada puso en el banquillo de los acusados a la carne de vaca y a todos los productos cárnicos procesados, como la carne en conserva, las salchichas, el jamón y otros embutidos, y los situó en la categoría 1, que incluye todos los alimentos considerados cancerígenos.
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