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Se presentaron con orgullo valenciano las mascarillas que pueden inactivar el Covid-19, conocido con el nombre técnico SARS-CoV-2, y otros virus con envoltura como la gripe en menos de un minuto, mostrando una efectividad también en bacterias multirresistentes.
La ceremonia fue en la Universidad Católica de Valencia, quienes desarrollaron las mascarillas FFPCOVID MASK en conjunto con la empresa Visor Medical, ubicada en la ciudad de Alicante, y gracias a la investigación del Laboratorio de Biomateriales y Bioingeniería de la UCV, liderado por el profesor Ángel Serrano.
Este laboratorio, que viene realizando investigaciones desde el inicio de la pandemia, ha logrado desarrollar filtros inteligentes con la habilidad de desactivar el coronavirus, informado en el comunicado difundido por la institución académica. El equipo de Ángel Serrano pertenece al Centro de Investigación Traslacional San Alberto Magno (CITSAM) de la UCV.
Las FFPCOVID MASK, realizado cien por ciento en Valencia, no solo servirán en la lucha contra el covid-19, o contra virus como la gripe. También tendrán utilidad para protegerse frente a las bacterias multirresistentes, incluidas aquellas que no pueden ser destruidas con antibióticos y constituyen un gran riesgo para la salud mundial en el presente y el futuro.
Hasta este descubrimiento, las mascarillas que utiliza la población general «no tienen capacidad antimicrobiana, y solo impiden que el virus llegue a las vías respiratorias». Por esto esta tecnología sanitaria significaría «un paso adelante» en el combate frente al virus respitario que ha provocado esta pandemia.
Serrano manifestó la satisfacción de «desarrollar una mascarilla que, además, tuviera la capacidad de destruir el virus en cuanto entrara en contacto con el tejido». El científico también se refierió al equipo que lidera cuando hallaron la novedad médica: «Nuestro filtro era efectivo contra bacterias muy resistentes, que no pueden destruirse con antibióticos y suponen una amenaza sobre todo para el personal sanitario».
Otros beneficios de la mascarilla «inteligente» son los de proteger «en dos direcciones». Serrano precisó que «a las personas sanas de no infectarse y a las personas infectadas porque no emiten tantos virus activos. También tiene la ventaja de que, como inactivamos la mayoría de microorganismos que expulsamos al hablar es una tecnología que produce muchos menos residuos infecciosos».
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