La tumba encontrada de un niño revela una vez más la existencia y orígen del 'Homo sapiens' hace más de 70 mil años en África.
El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) investiga la tumba encontrada de un niño en Kenia (África) hace más de 78.300 años. Por el momento es el entierro más antiguo de África. La tumba encontrada revela datos del ‘Homo Sapiens’.
Encuentran la tumba más antigua de África
Los restos fueron hallados en la cueva Panga ya Sadi en la costa tropical de Kenia. Las excavaciones revelan a un niño en posición flexionada, y su evolución morfológica es asignada al ‘Homo Sapiens’.
Los investigadores lo llamaron: Mtoto.
Revista NATURE
El equipo de María Martinón Torres, el Instituto Max Planck para el Estudio de la Historia Humana (Alemania), y los Museos Nacionales de Kenia, junto con los investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y de una treintena de instituciones de todo el mundo, han hecho posible el hallazgo.
La revista NATURE tuvo como portada esta investigación, que confirma el evidente comportamiento social en la Edad de Piedra de los ‘Homo Sapiens’. La directora del CENIEH, María Martinón Torres, dijo:
“La realización de actos rituales, gestos que no tienen una finalidad práctica, ponen de manifiesto la complejidad mental y social de una especie que mantiene vínculos con los demás incluso cuando ya han muerto”.
En el 2010 un grupo de científicos llevó a cabo excavaciones en el lugar. En el 2017 no acababan de despejar la pequeña fosa. Los huesos no fueron estudiados en el lugar por lo frágiles que parecían.
Dos dientes fueron el indicio para saber que se trataba de restos humanos, y luego de varios meses de estudios en CENIEH, se confirmó lo supuesto.
La columna vertebral junto a las costillas, y la mandíbula se encontraban intactas, lo que se deduce que el niño fue enterrado sin perturbaciones y en el lugar donde se hallaron sus restos. El cuerpo estaba envuelto en un sudario, lo que da ha entender que Mtoto tuvo un ritual de despedida, y por ende, este fue un comportamiento humano, a lo que dijo la científica:
“Alguien se muere, pero no deja de existir para el grupo, de ahí que la comunidad se despide de él, lo respeta, lo recuerda”
A través de luminiscencia se afirma que el cuerpo fue enterrado hace 78.300 años
“Es un método que se basa en la propiedad que poseen ciertos minerales de acumular cargas eléctricas en su estructura mineral y de liberar esas cargas en energía lumínica al someterlas a un estímulo exterior. Mediante esta técnica se puede datar el último evento en el que el material haya estado expuesto a la luz solar, posteriormente enterrado y protegido de esta fuente de luz” dijo María Martinón.
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