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Se estudia el diseño de una nave a Marte que acorta en un mes el viaje

A través de un motor de fusión nuclear, con el fin de generar pequeñas erupciones solares, los meses hasta llegar a Marte se reducirían a semanas.

Nave en Marte

Se acaba de idear un nuevo motor de fusión que funcionaría siguiendo los mismos principios que se encuentran detrás de las erupciones solares. De este modo, las naves espaciales en general podrían ir hasta diez veces más rápido. Así, el sistema solar al completo se encontrará más cerca que nunca de la Tierra.

No en vano, con los métodos existentes ahora mismo, llegar hasta Marte alcanza un período de siete o cinco meses, en función de su alineación con nuestro planeta. Con esta nueva técnica, se ganaría en, aproximadamente, un mes, de modo que vecinos como Saturno o Júpiter también podrían ser visitados en breve.

La encargada de este novedoso diseño es una mujer: la doctora Fatima Ebrahimi, una física iraní. Licenciada por la Universidad de Teherán, fue en Estados Unidos (en la Universidad de Wisconsin-Madison), donde consiguió finalmente doctorarse. En concreto, la científica se ha basado en el principio de reconexión magnética para desarrollar su trabajo.

El fenómeno, en realidad, ya ocurre en la propia naturaleza, como en la superficie solar o en los campos magnéticos. De este modo se originan lenguas de plasma emitidas a velocidades realmente altas, de hasta 2000 kilómetros por segundo. También dicha técnica se ha empleado en los tokamaks, aparatos usados en la fusión de partículas.

Cronología del Ebrahimi Drive

Ebrahimi afirma haber llegado hasta aquí gracias a la comparación de los simples tubos de escape con las partículas de alta velocidad originadas en los reactores del National Spheric Torus Experiment. La base se encuentra en dos isótopos del hidrógeno: el tritio y el deuterio. Sin embargo, todavía no se ha conseguido fusionar ambos.

El éxito se alcanzaría cuando se llegue a producir un mayor número de energía del que se necesita para solo fusionar los isótopos. La novedad estribaría en que este nuevo motor utilizaría la reacción para la propulsión, en vez de para contenerla. Además, no se requiere siquiera las 23 000 toneladas de un tokamak.

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