La ola de frío que esta atravesando de sur a norte la Península, podría tener su origen en la estratosfera, según una reciente investigación.
Varios científicos de las universidades de Exeter, Bath y Bristol Reino Unido, han publicado recientemente una investigación, en la que fijan el origen de la ola de frío en un calentamiento repentino de la estratosfera. Fenómeno que ya predijeron el 29 de diciembre.
Su artículo se puede consultar en ‘ Journal of Geophysical Research: Atmospheres’.
La estratosfera y la ola de frío
Dentro de las numerosas capas que forman la atmósfera, la estratosfera se sitúa encima de la troposfera, a unos 10 kilómetros de altura, y por debajo de la mesosfera, a 50 kilómetros.
En ocasiones esta capa sufre calentamientos inesperados, que se basan en la subida de temperatura de la estratosfera sobre los polos, en tan solo unos pocos días. Y que habitualmente, baja muchos las temperaturas de la superficie y ocasiona tormentas de nieve, en latitudes inferiores.
De ahí podría haber surgido la borrasca Filomena, que está ahora presente en España desde hace algunos días. Provocando una bajada de las temperaturas, dejando grandes nevadas en el interior, y en zonas de costa, así como récords en mínimos.
¿Qué son las corrientes de chorro?
A veces, este tipo de fenómenos ocasiona un cambio en las corrientes de chorro, dejando olas de frío como tanto en Europa como en el norte de Asia. Algo similar pasó en el 2018, por entonces fue el el anticiclón Hartmut, el que causó unas perturbaciones que provocaron intensas nevadas y temperaturas extremadamente bajas tanto en Irlanda como en Gran Bretaña.
Para esta teoría, los investigadores cogieron un total de 40 calentamientos repentinos de la estratosfera ocurridos en los últimos 60 años, y los analizaron. De esa forma los pudieron analizar, y crearon un método para poder seguirlos y predecir sus resultados.
Concluyeron que cuando el tiempo es tan frío, es porque se han generado roturas del vórtice polar , ha contado en un informe Dann Mitchell, coautor de la investigación.
Otro de los coautores, William Seviour, afirma que: «cuando el vórtice polar estratosférico se parte en dos, su impacto sobre la meteorología, con grandes nevadas y temperaturas extremadamente bajas, es mucho más rápido y fuerte».
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