¿No os ha pasado alguna vez ir a jugar a la Wii a la casa de unos amigos con perro y que el animalillo se ponga hiperactivo siguiendo el frenético movimiento de los mandos a ritmo de Wii Sports (recordemos, el juego más vendido de la historia)? Lo que seguramente no os ha pasado es que el perro esté a punto de morir de un golpe de Wiimote en el morro.
Eso pasó en casa de la familia White estas navidades.
Su perro, Ozzy (no confundir con este Ozzy), recibió un impacto de Wiimote mientras la madre de la familia ejecutaba un perfecto lanzamiento de bolos.
El perro Ozzy cayó fulminado al suelo, con un paro cardíaco originado por la contusión cerebral.
La familia White, colapsada, llamó de inmediato a su vecina, al parecer una amante de los perros… Muy amante.
Ni corta ni perezosa, la vecina le practicó el boca a boca (bueno, técnicamente el boca a hocico) al perro y, después de insuflarle aire hasta cuatro veces, el perro revivió milagrosamente.
Después de unas semanas de recuperación, Ozzy vuelve a ser el que era, pero ahora ya no le permiten estar en la sala cuando juegan a la Wii.
Frikadas así sólo pueden pasar en Estados Unidos… Si queréis conocer a Ozzy, podéis ver un vídeo de la noticia en la tele local WisTV.
Y para que seáis conscientes de los peligros de la Wii, ahí os dejo con otro vídeo de lo que puede pasar si no os ponéis la correa de seguridad…Vía
