Sí señores, un reciente estudio de una profesora de la Brigham Young University de Utah pretende demostrar que aquellos jóvenes que practican el sano vicio del videojuego son más propensos a caer en otros vicios menos sanos como el alcoholismo y la drogadicción.
Laura Walker, la máxima responsable del estudio, afirma que con la encuesta realizada a 800 estudiantes del centro se puede ver que aquellos que dedican sus horas de ocio jugando a videojuegos son un 10% más propensos a tomar drogas.
También afirma que los que juegan diariamente son tres veces más propensos a fumar cannabis, dejar de hablar a familiares y amigos y a tener una baja autoestima (en especial las jugadoras del género femenino).
Lo más sorprendente es que todo lo que encontramos relacionado con el uso de los videojuegos es negativo.
– Laura Walker (traducción libre)Esta es otra muestra llegada del otro lado del charco del empeño que ponen algunos para condenar a los videojuegos y hacerlos culpables de todos los males de la sociedad.
Sin duda, una encuesta realizada a 800 alumnos de una universidad americana refleja fielmente la realidad de los millones de jugadores de todo el mundo.
En ningún caso hay que tener en cuenta los excesos que suelen relacionarse con el mundo universitario, sobretodo en Estados Unidos, y que tantas películas de humor han originado.
Si leéis el artículo en la página de noticias de la propia universidad, no olvidéis mirar las dramáticas fotos que incluye, así como la foto de la responsable del estudio y un fiel alumno suyo que la ha apoyado en el producto (los podéis ver aquí arriba).
El chaval en cuestión, a mi parecer, tiene toda la pinta de ser el estereotipo de friki con mayúsculas, y me hace pensar que la señorita Laura Walker ha realizado su estudio tomándolo a él como principal (y único) ejemplo.
Un aplauso por estos chapuceros trabajos de estadística que tanta gente toma en serio.
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