Hace ya un año tuvo lugar un terrible suceso en Ohio.
Daniel Petric, un joven de 17 años, disparó a sus padres después de que éstos le prohibieran jugar a Halo 3.
La madre del chico murió al instante, y el padre logró sobrevivir a duras penas después de que la hermana de Daniel y su marido oyeran los disparos y llamaran a la policía.
El 12 de enero se dictó sentencia para el caso, y Daniel Petric fue declarado culpable de asesinato con premeditación, y muy posiblemente se le castigará con la cadena perpetua, sin opción a la libertad condicional.
Para saber más detalles sobre esta trágica noticia os remito a alkon.
com, donde se detallan los hechos.
El abogado de Daniel, después de que sus otras alegaciones fueran desestimadas, quiso argumentar como defensa la adicción a los videojuegos del joven, pero el intento de culpar a un videojuego ha fracasado esta vez, ya que el juez no se dejó engañar por este argumento, puesto que había otras evidencias que demostraban la premeditación del crimen.
Para mí, la parte más triste de la historia es el diálogo que mantuvieron padre e hijo después de recuperarse e ir a visitarlo a prisión:-Papá, estoy muy arrepentido por lo que le hice a mamá, a tí y a toda la familia, perdón.
Estoy realmente contento de que estés vivo.
-Eres mi hijo, eres mi pequeño.
-Daniel y Mark Petric (traducción libre)Via