El recién estrenado mundo de avatares virtuales de PlayStation, Home, sigue acumulando críticas y detractores (como suele pasar con algo tan grande y anunciado a bombo y platillo).
Ahora han saltado críticas desde sectores de la comunidad homosexual a raíz del filtro que aplica Home a ciertas palabras.
Así, en los chats y comunidades de Home está excluido el uso de las palabras “gay”, “lesbiana” o “bisexual”, pero también otras de carácter religioso como “judío”, “Cristo” o “Hello” (en inglés “Hola”, pero que también contiene la palabra “Hell”, Infierno).
Desde Sony se escudan afirmando que estos filtros proceden de una fase anterior de desarrollo de Home y que debían haberse retirado antes de lanzar la Beta abierta .
Pero eso no acaba de contentar a Michael Marsh, un usuario de Home que intentó sin éxito crear un grupo con el nombre “Club Alianza Gay/Hetero”.
Marsh participó en la Beta cerrada y denuncia que ya entonces se pidió la retirada del filtro “obsceno”.
“Si bloqueas una palabra como ‘gay’, que es uno de los términos preferidos dentro de la comunidad homosexual, estás convirtiéndolo en una palabra malsonante.
Puedo llegar a entender que se filtren palabras blasfemas, pero a mí me suena a discriminación.
” – Michael Marsh (traducción libre)Sin entrar a valorar la inspiración de los creadores de Home cuando se les ocurrió la lista de palabras a filtrar, parece razonable que un mundo virtual del alcance potencial del de PlayStation necesite algún tipo de control.
Es imprescindible un sistema de administradores/moderadores y un filtro contra palabras malsonantes, violencia y sexo explícito para dejar a los padres un poco más tranquilos, pero debería ofrecerse la opción de desactivarlo para el público maduro.
Y claro está, hecha la ley, hecha la trampa.
Por muchos filtros que pongas, los usuarios se las ingeniarán para escribir las palabrotas más barriobajeras (¡la imaginación humana no tiene límites cuando se trata de decir tacos!).
En cualquier caso, hacer un filtro con las palabras “gay” o “Hello” me parece, como mínimo, infantil por parte de los desarrolladores (y poco acorde al público potencial y la media de edad de los usuarios de PlayStation 3).
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