Volvamos un momento la vista al pasado para recordar aquella época en la que Sega y Nintendo fueron protagonistas de una cruenta guerra consolera.
Antes de la llegada de El cerebro de la Bestia, Sega atacaba a la ya algo vieja NES con una irreverente publicidad: el Canal Pirata Sega, que mostraba que la MegaDrive era la consola más “cañera” de la época.
La publicidad de Sega trataba de llamar la atención de los jugadores adolescentes, indicando que la Megadrive era más potente y moderna, y se alejaba de la imagen infantil de Nintendo y sus Marios.
El Canal Pirata era una supuesta tranmisión ilegal para presentar juegos como Gunstar Heroes, Sonic o Return of Shinobi.
Como no, uno de los videos acabó siendo regalado en la Hobby Consolas.
Y en las clases y colegios de todo el país estaban a punto de comenzar mil y una discusiones.
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