Ya hemos manifestado en reiteradas ocasiones nuestra pasión por este género, que lleva ya varios (demasiados) años de capa caída.
El simple hecho de que alguien lo resucite ya es algo muy loable.
Pero si además el resultado es tan positivo como el que hemos visto con Dirty Split, nuestras esperanzas todavía pueden tener fundamento.
Además, en el sitio de la desarrolladora, Deamagination, podremos descargar gratis esta aventura gráfica, totalmente freeware, así que la cosa es redonda.
Tenéis el enlace al final de la review.
A pesar de que antes de instalar el juego tenía el prejuicio de que era un producto más bien amateur, la verdad es que comprobé al cabo de muy poco que tal vez esa era su mejor baza.
Es decir, que Dirty Split destila buen gusto y auténtico amor por el género por sus cuatro costados, y eso es algo que los complejos renders, grandes escenarios 3D, y demás artificios de la tecnología nunca han tenido lugar en una auténtica aventura gráfica como las de antaño.
Hace unos días, Jose Antonio Velasco, traductor de Dirty Split al castellano, nos invitó a probar el juego, así que me pondré manos a la obra con el análisis.
La trama de Dirty Split nos pone en la piel de Alan Baxter, un ex-policía convertido en detective privado contratado por Mrs.
Vanderbuilt, la madre de un chico al que la policía ha acusado de asesinar a un cirujano plástico, el Doctor Bedford.
La señora Vanderbuilt está convencida de que su hijo Walter es totalmente inocente, así que aquí comienza nuestra aventura, que nos llevará a distintas ciudades como Nueva York, Las Vegas o Los Angeles.
Lo que nos ha gustado:Los gráficos respiran el estilo característico de aventuras gráficas clásicas como Day of the Tentacle o la saga Larry, entre otras (inevitable escenario del casino en Las Vegas).
Mucho colorido y un tratamiento como el que se dio a los primeros juegos en flash de hace unos años.
La banda sonora ha sido compuesta expresamente para el juego, y en su sitio oficial incluso podemos descargarla.
Los temas que suenan durante el juego, comenzando por el de la presentación, os recordarán inmediatamente a Sam & Max o a las aventuras de Los Increíbles, no en vano la ambientación es muy propia de la época de los años 60s.
El sistema de juego es bastante simple y lineal, de modo que deberemos ir resolviendo los puzzles a medida que nos vayan apareciendo.
Una vez más, el estilo es similar a las aventuras gráficas clásicas, de modo que habrá muchos diálogos, ir y venir de un sitio a otro, etc.
A diferencia de otros títulos, la solución a cada problema es bastante lógica, y además nuestro detective anota todo lo que sucede en un bloc, apuntando también posibles pistas para seguir, con lo que dificilmente nos quedaremos estancados.
El sentido del humor se va haciendo patente a medida que vamos avanzando.
Al principio puede parecer algo soso, pero desde el momento en que viajamos a Las Vegas no pararemos de encontrar guiños a otras aventuras como Monkey Island (¡un mono de tres cabezas!, e incluso a películas.
Genial el momento en que tenemos que provocar una discusión entre George Ocean y Julia Ocean (¿os suenan de alguna película de casinos?) para despistar al conserje.
Los controles y el inventario no pueden ser más simples, y a demás permanecen ocultos hasta que los necesitamos, de modo que el juego se desarrolla íntegramente a pantalla completa.
Tendremos las opciones de mirar, hablar y coger objetos, y pulsando ESC accedemos al menú, desde donde podremos grabar en cualquier momento múltiples partidas.
Su traducción al castellano es más que acertada, y los guiños y bromas seguramente se mantienen fieles a su versión original.
Las voces están en inglés, y muy bien conseguidas.
Lo que no nos ha gustadoSe hace bastante corta, aunque sería injusto afirmar esto sin decir que el juego ha sido desarrollado prácticamente por una sola persona, Uwe Sittig.
Sabiendo esto, la duración del juego no parece tan corta, y realmente despierta mi total admiración hacia este crack.
Habría estado bien incluír puzzles no tan lineales, de modo que hubiera varias formas de llegar al final, aunque después de lo que os he dicho acerca del equipo de desarrollo, es más que comprensible.
Los diálogos son excesivos en algunos momentos, y al final nos limitamos a pulsar todas las opciones disponibles para dirigirnos inmediatamente al bloc de notas, donde se nos facilita el siguiente paso a seguir.
Demasiado fácil.
Teniendo en cuenta que la mayoría de los que seguramente jugarán a Dirty Split son bastante veteranos en el género, animo a Dreamagination a que su siguiente aventura sea un mayor reto para nuestras mentes, tan atrofiadas por los títulos más peliculeros (y menos necesitados de neuronas) que imperan en el mercado.
En definitiva, si queréis pasar un buen rato y hacer vuestra aquella expresión de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, os recomiendo que le déis una oportunidad a Dirty Split.
No os defraudará.
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