The Path, o cuando las obras maestras pasan desapercibidas

Creo que en su momento no se tuvo muy en cuenta este juego.
Quizás por su temática un tanto siniestra, tirando un poco a retorcida… no lo sé.
Lo que sí sé es que pocas veces veremos algo tan extremadamente rompedor como The Path, un título del que ya hablamos el día que decidieron hacer una versión para Mac.

Para bien o para mal, pero rompedor.
The Path es a los videojuegos lo que Mr.
Shyamalan al cine… un incomprendido de su tiempo que intenta removernos las sensaciones a base de secuencias o situaciones que van más allá de lo convencional, casi rozando el límite con lo grotesco pero que a la vez nos atrapa de una manera inquietantemente perturbadora… vaya, que sólo los poetas los entienden.

O los buenos jugadores y los cinéfilos.
De todas estas conclusiones se han dado cuenta también en NPR, un medio yankee que ha ofrecido su particular análisis del juego durante estos días.
Uno de los redactores ha declarado ni más ni menos que The Path es el juego más “emocional” que ha jugado en 20 años.
Es una manera muy impactante e impresionante de contarnos indirectamente las etapas de la vida de una niña hasta que llega a ser adulta por medio del cuento de Caperucita Roja, ha dicho.
El objetivo de este post es, como buen aficionado a los videojuegos que me considero, darle mi pleno apoyo a la idea de The Path.
Estoy completamente deacuerdo con todo lo que señalan desde esta web y es una pena que producciones así, en las que cuentan más el interior que el exterior no tengan tanto apoyo.
Ideas como estas son las que nos hacen bailar las neuronas, que al fin y a al cabo es lo que cuenta.
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