Sony se ha comprado una calculadora y por fin parece que le salen las cuentas.
Y es que, después de años perdiendo dinero por un tubo cada vez que una PS3 era vendida en el mundo, por fin están empezando a ganar algo de beneficio.
¡Clarines y timbales! ¡Champán para todas! El rumor –porque sí, es un rumor.
Bajen las copas, amiguitos de la Play- ha nacido de las declaraciones de un inversor de Sony, que afirma que la consola ahora cuesta hacerse un 70% menos.
A eso se le llama una rebaja, carajo.
¿Tan barato ha caído el famoso chip CELL? ¿Ya no se lleva en las pasarelas geeks? ¿O es que igual el material no eran tan bueno como todos creíamos y se ha desvalorizado? Nobuyuki Oneda, un corporativo de la compañía, ha mirado asustado a los cientos de micrófonos que le acosaban y ha declarado un tembloroso “¡Aún es un borrador!”.
Los datos no oficiales, sin embargo, apuntan a que los gastos de producción de la consola han bajado de 800 dólares a 240 por unidad.
¡560 euros de bajón! ¿Qué ha pasado? Aunque la respuesta a esta pregunta importe a pocos, la que sí está en boca de todos es la de la masa cabreada: ¿Para cuándo entonces una rebaja de 100 euros, la PS3 Slim o lo que surja? Porque con cien euros menos en su precio, la PS3 aun daría beneficios hoy por hoy.
¡No tienen excusa! Sí, vale, la de querer recuperar gastos, pero… ¿Seguro que no prefieren vender algo más? Esta rebaja, unida a los nuevos colores anunciados para los DualShock (a saber: Azul y rojo.
¿Quién se va a comprar eso?), podría dar el empujón definitivo a PS3 y adelantar a alguna de sus rivales.
Mientras tanto, sigue la última en esta guerra sin cuartel.
Teniendo beneficios o no.
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