Cuando vamos a la tienda y compramos un juego, nosotros, pobres mortales que apenas tenemos tiempo para siquiera gastar el dinero como para encima ponernos a pensar… no somos conscientes de que lo que nos están vendiendo en realidad es el fruto de muchas horas de trabajo, estudios, ideas subliminales y bocetos repetidos una y otra vez.
Hay que cuidar hasta el más mínimo detalle.
No obstante hablamos de juegos, que son proyectos con mucho esfuerzo humano (léase ésto como mucha pasta invertida) detrás, y hay que sacarlos adelante; la tipografía adecuada, los colores exactos, tonos de luz… diseño de boxart, de la publicidad, la página web… todo.
En realidad, supongo que ya sabíais de todo ésto.
No hace falta ser licenciado en publicidad para darse cuenta de que lo que vemos no es lo primero que ha dibujado cualquiera… ya presuponemos que algún trabajo ha llevado.
Pero hoy, en una de las pocas ocasiones que se nos dan para poder apreciar este trabajo, podemos ver un ejemplo gráfico de lo que os estoy hablando.
El juego que se ha prestado para la ocasión es The House of The Dead: Overkill, de Sega.
Supongo que todos hemos jugado alguna vez a un THOTT, así que no hará falta que os explique que lo que hay que vender es sangre, zombies, disparos… en fin, todo eso.
Podéis echarle un ojo a los bocetos de lo que pudo haber sido.
Una visión diferente y muy curiosa del mundo de los videojuegos, ya ves.
OverkillVía