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Mass Effect: El timo de su nuevo DLC, Pinnacle Station

Os acabais de comprar un libro nuevo, con sus páginas relucientes.
Se trata de la tercera parte de vuestra saga favorita, y, como buenos fans, tenéis en casa la segunda.
Pero héte aquí que te pones a leerlo y descubres que el libro está totalmente en blanco.

¿A que no os haría ni maldita gracia? Pues es lo que les ha ocurrido a los que se descargaron el último DLC de Mass Effect, Pinnacle Station.
BioWare ha anunciado que ya está intentando arreglarlo, pero quizá ya sea demasiado tarde.

El problema con este DLC es que entra en conflicto directo con la versión óptica (la incluída en el disco Classics) de Bring Down The Sky, la primera actualización de Mass Effect.
Así, aquellos que tienen el juego junto a la expansión no pueden, directamente, jugar a este segundo DLC.
Esta expansión, que ni siquiera está hecha por BioWare (sino por una subcontrata, Demiurge), para colmo, solo puede ser jugada si cumplimos algunos requisitos en el juego.
Como sabréis los que habéis jugado, al principio del juego tenemos que estar un rato en la Ciudadela antes de convertirnos en espectros y vagar por el espacio.
Pues bien, solo si somos espectros podremos jugar a esta segunda expansión.
Pero los jugadores más avanzados también están en problemas.
Y es que, hacia el final del juego (y atentos, porque esto es un gigantesco spoiler), tu nave es requisada y vuelves a tener que vagar por la Ciudadela, con lo que no tienes acceso al espacio ni, por supuesto, a este DLC.
¿Qué cuál es la solución? Ni más ni menos que… Volver a empezar otra partida, ir hasta la Ciudadela, convertirte en Espectro y volar hacia el espacio.
Tan chungo como suena.
Por lo menos, diréis, la cosa merece la pena, ¿no? Pues, para qué engañaros.
No.
Se trata de una especie de “Club de la Lucha” en la que nos enfrentaremos con bichos y… ya está.
Ni siquiera es una misión, como Bring Down The Sky.
Y todo esto después de que BioWare anunciara que se iba a tratar de una actualización “sustanciosa”.
Ahora sabemos que “sustanciosa” significa “que nos va a dar muchos billetes”.
El DLC no solo es el gran invento del siglo XXI en los videojuegos (nos dan juegos incompletos y para completarlos, tenemos que apoquinar más.
Como si ya de por sí fueran baratos), sino que, además, cada vez nos los traen con más y más desvergüenza.
No se puede jugar si se tiene el disco Classics, ni si acabas de empezar el juego, ni si estás a punto de terminártelo… ¿Qué clase de vergüenza es esta?Si, por lo menos, se lo intentaran trabajar un poco, aún podríamos aplaudirles por su esfuerzo, pero Demiurge y BioWare han creado un pésimo producto que no hace ningún bien al nombre Mass Effect, que resulta risible, fácil, simple y patético.
Se puede entender que nos gastemos un dinero en poner agua en Little Big Planet, o en conseguir misiones extra para GTA IV, pero esto es inenarrable.
Ya puestos, que el próximo DLC sea una aventura conversacional, que cueste 25 euros y solo se pueda jugar si has respondido correctamente a un personaje secundario en la secuencia final del juego.
Por favor, vayan a reírse de los fans a otra parte.
Por mucho parchecito que saquen después, estas cosas deben salir a la luz antes de salir a la venta.
Siempre antes.
Vía

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