Por fin nos hemos encontrado a los mandos de Link en el nuevo Zelda de Wii, Skyward Sword, un nuevo juego de la saga que Miyamoto anunció como rompedor, novedoso y único. Ahora bien… ¿realmente responde a esos adjetivos? Veamos: Lo mejor de Zelda Skyward Sword es que es el Zelda de toda la vida.
Lo peor, efectivamente, que es el Zelda de toda la vida. Y si esto se decanta más hacia un lado o hacia otro tendrá que decidirlo cada cual. El problema es que no ha roto con el estilo visual (como si hizo, por ejemplo, el infravalorado Wind Waker), ni con las armas (durante la demo usamos, basicamente, la espada y las bombas), las situaciones o los enemigos.
Lo que para muchos puede ser una gran decepción, para otros es un juego continuísta en la línea de la saga. Tristemente, mientras jugaba me daba la impresión de ser un Zelda a medio gas, que intenta ofrecer algo nuevo pero se queda con las ganas, algo que muchos ya achacaban al (por otra parte notable) Twilight Princess. Por supuesto, juzgar con tan solo diez minutos de juego es una aberración, y más sabiendo de lo que son capaces de hacer en Nintendo con una de las sagas favoritas de sus fans, pero ya podemos anticipar algo: En su afán por hacer el control más intuitivo, el juego se vuelve extraño al jugador en sus primeros compases, donde el Wii Motion Plus nos hace llevar la espada de una manera extraña y donde el escudo se usa, en lugar de con un simple botón, con la combinación de éste y de un movimiento de cubrirse con el brazo. No es que el resto del control me haya apasionado. No he tenido los problemas de Miyamoto en el E3, pero sí alguno con las plantas que, ahora, intentarán comernos de manera vertical además de horizontal para poder hacer dos tipos diferentes de cortes. Tristemente, solo la mitad de las veces funciona del todo… o, al menos, eso parece en los primeros compases. Esperemos que Nintendo tome nota para futuros juegos ambientados en Hyrule, porque cada vez somos más los que exigimos innovación en la saga. No es que queramos que nos quiten a Link, el arco o la clásica espada, pero quizá una aventura con otro tipo de parajes, enemigos y situaciones nos dejara de parecer tan anodina como este Skyward Sword. Y no, no nos estamos refiriendo al Zelda Trenecitos, sino a un punto medio al que seguro que genios de la compañía nipona pueden llegar sin demasiados problemas. No todo es malo en este Skyward Sword, eso por descontado: No solo encontramos, gracias al control de Wii, nuevas maneras de derrotar a los enemigos (por ejemplo, haciendo que un ojo se maree al mirar cómo damos vueltas a la espada), sino que también vemos unos gráficos pulidos, trabajados, con un toque cel shading que mejora los del juego anterior de la saga con creces. Por suerte, aún queda mucho para que llegue este Zelda Skyward Sword, allá por 2011, y puede ser pulido hasta la perfección. Hasta entonces no podemos hacer otra cosa que pensar que, en el fondo, es un Zelda nuevo y seguro que tiene mucho más de lo que hemos podido apreciar. Esperemos que no se quede tan a medias como parece que se ha quedado. Leer más sobre The Legend of Zelda: Skyward Sword
