La clave para que Raving Rabbids Travel in Time nos parezca decente es no esperarse nada de la saga. Esto, a priori, no es demasiado complicado después de que sus juegos de minijuegos nos decepcionaran y Rabbids Go Home nos gustara a trompicones.
Y ahora que no sentimos absolutamente ningún tipo de atracción por estos conejos, pongámonos a los mandos de su nuevo juego: Lo mismo nos sentimos gratamente sorprendidos. Esto no es, obviamente, Wii Party: Sus gráficos están más trabajados, la historia tiene su relativa gracia y los personajes tienen carisma, pero los minijuegos son bastante chuscos comparados con los del juego de Nintendo que tanto me gustó.
Hablando, claro está, del formato casual. Olvidémonos aquí de los juegos para hardcores, porque no tienen nada que ver con los que aparecen de tanto en cuando para Wii. En la demo pudimos jugar a tres tipos de niveles en cooperativo, que fueron desde lo más simple y divertido hasta lo farragoso e inexplicable, algo imperdonable en un juego que debería ser de diversión instantánea. El primero de los juegos estaba situado en el crack de 1929 y, en él, dos rabbids atados entre sí con papel higiénico debían coger cajas con números y depositarlos en un mostrador. Sencillo, rápido, intuitivo, divertido. Nada más empezar ya estarás gritando y pasándotelo bien con tu compañero (salvo que seais unos tipos serios, de esos de “Solo Call of Duty me divierte y lo demás es para niños”). Justo lo que uno debería esperar de Raving Rabbids Travel in Time que, a todo esto, podréis probarlo también vosotros el 11 de Noviembre, dentro de exactamente un mes. Está al caer.El segundo minijuego era un minijuego de aviones en el que uno tardaba en pillar lo que había que hacer. Bastante complicado de manejar y con una falta de ayuda alarmante, resultó sin duda lo peor de la demo. El tercer minijuego, más divertido, trataba de disparar a los rabbids que se acercaban a nosotros. Un clásico que no necesita más explicación pero que resulta visto mil veces antes.Total, que se me quedó un sabor agridulce en el cuerpo: Si bien los Rabbids han mejorado en humor, carisma y mecánica de los minijuegos (atrás quedan los días en que todo se basaba en menear el Wiimando), se nota que esta es una saga que se niega seguir la evolución que se perfilaba en Rabbids Go Home, centrándose en minijuegos que nos suenan a ya vistos. Es una pena, porque los personajes, que ahora protagonizarán una serie de animación con Aardman a los mandos, pueden dar mucho más de sí… aunque ni siquiera parecen saberlo. Leer más sobre Raving Rabbids Travel in Time
