Me encanta la filosofía de Brink, el nuevo FPS de Splash Damage: Vamos a basarnos en lo que se hace hoy en día para hacer completamente lo contrario, destacar por nuestro talento y hacer, vaya, toda una revolución jugable. Esperemos que estas declaraciones no se queden en papel mojado, porque lo visto en su nuevo tráiler, aún prometiendo, no son nada del otro jueves.
¿Habrá que esperar al 20 de Mayo para saber qué hay de verdad en el objetivo del juego?En el tráiler podemos ver algunas de las armas y habilidades que los jugadores podrán desbloquear para mejorar a sus personajes, como un cóctel molotov, un cortafuegos que haga más difícil al enemigo llegar a un puesto médico o de suministros de tu equipo, una bomba lapa o las típicas habilidades de cada clase, como poner torretas si eres ingeniero, piratear torretas si eres espía o curar más rápido si eres el médico.También, ya que estamos, podemos escuchar el doblaje del juego, que parece el típico hecho con voces de machotes y que se ha cuidado solo hasta cierto límite, sin pasarse.
Lo cierto es que el juego parece, al menos en su vertiente multijugador, muy divertido e inesperado, pero claro, eso sería ir a lo loco y fiarse de lo que nos ofrece un tráiler, algo que nunca ha dado buenos resultados.Tristemente, Brink va a fallar en lo que para mi es más importante en un juego, la campaña de un jugador, dando mucho más importancia a crear un mundo persistente y basado en el equipo multijugador. Entiendo su estrategia, pero, por mucho que me guste lo que intentan hacer, creo que les va a salir francamente mal. ¡Se acabó el ir a lo loco, como en un Call of Duty cualquiera! Ahora dependes de tus compañeros y tus compañeros dependen de ti para intentar sobrevivir en The Ark, la supuesta ciudad perfecta que llegó a su límite y terminó desencadenando en una guerra civil. ¿Queréis una auténtica revolución? ¿Qué tal dejar que los usuarios modifiquen la historia del juego a medida que las luchas en el multijugador van creciendo? Qué lástima que se vaya a quedar tan a medias de todo, porque, a priori, Brink prometía mucho. Leer más sobre BrinkVía