En una rueda de prensa celebrada esta mañana en Madrid, la empresa española Wolder ha presentado su nuevo lector de e-books, el Boox. Desde hoy el Boox ya se puede comprar en Fnac, por precios que van de los 299 a los 399 euros (IVA incluido) dependiendo de si se prefiere el Boox con Wifi y pantalla táctil, o el dispositivo hermano Boox S, que carece de estas dos características pero comparte con el Boox todas sus demás características.En próximos días también estará a la venta en Alcampo, Expert, Tien21, Leclerc, Milar e Idea Hogar.
Sinceramente, aunque está en un rango de precios muy similar a sus competidores, está claro que estos dispositivos aún resultan algo caros y por tanto su público objetivo no es precisamente, todavía, el gran público.El diseño y usabilidad del Boox me ha parecido excelente, durante el largo rato que he podido probarlo yo misma.
También me ha gustado el hecho de que su sistema operativo sea de código abierto y basado en Linux, lo cual deja totalmente abiertas las posibilidades de mejora y desarrollo de aplicaciones por parte de terceros.PUBLICIDADPUBLICIDADCon un peso mínimo de 298 gramos, exterior delantero de plástico pero trasero de aluminio, y una pantalla de 6 pulgadas, el Boox ofrece una definición de imagen que me ha sorprendido bastante, pues con 16 niveles de grises es claramente superior a cualquier otro lector de e-books actualmente disponible en el mercado. Y aun cuando nada sepas de niveles de grises o similares, a simple vista la definición de pantalla del Boox es claramente mejor que la de cualquier otro lector de e-books.Su pantalla de tinta digital simula con una calidad fabulosa la página de un libro de papel, con una carencia absoluta de brillos y reflejos. Su tecnología de tinta digital o Eink aún no permite utilizarlo con los dedos, aunque sí con el apuntador o lápiz que incluye el dispositivo. Evidentemente, no he podido leer en su pantalla es tiempo suficiente como para comprobar si realmente la vista se fatiga muy poco utilizándolo, pero por sus características me parece tremendamente probable que esto sea así: sin brillos ni reflejos, letra negra sobre fondo blanco neutro, y con una definición tan similar al propio papel, la experiencia de lectura se aproxima muchísimo a la de los libros tradicionales.Para mí que, aunque amante de lo digital, aún gusto de leer cuando viajo en tren, y disfruto con ese ratito de lectura antes de irme a dormir, el Boox resulta un invento de lo más útil, ya que si meto más libros en mi piso tendría que salirme yo y buscar otro lugar donde vivir. Y conozco a mucha gente a quien le pasa lo mismo.Está claro que el Boox no se trata de un dispositivo al alcance de cualquier bolsillo, pues no a todo el mundo le pude resultar rentabilizable comprar un lector de e-books al precio no inferior a 300 euros de cualquiera de los ahora disponibles en el mercado.Pero está claro, y Wolder lo sabe, que cada vez se expande más el público objetivo de este tipo de gadgets, de tal forma que pretende dirigirlo a aquellos profesionales que más partido le pueden sacar: editores, periodistas, abogados, médicos, y cualquier otro que tenga que manejar grandes volúmenes de documentos en su tarea diaria. Evidentemente, también puede ser muy útil en el sector educativo, aunque las reticencias de las editoriales españolas a entrar decididamente en el mercado digital seguramente no se lo pondrán demasiado fácil a quienes pretendan difundir este tipo de dispositivos en el sector formativo.Para quien sí tenga claro que un lector de e-books es un gadget extremadamente útil, se preguntará porqué debiera elegir el Boox en vez del Kindle o el SonyReader.Bajo mi punto de vista, su hardware más potente (procesador de 532 MHz), su sistema operativo basado en Linux, y su alto nivel de autonomía (Wolder asegura que puedes leer 8.000 páginas sin recargarlo) le dan bastantes puntos extra. Otro más, el ser una empresa española (hay que potenciar el producto nacional) asociada a un fabricante chino que agrupa en su departamento de desarrollo a gente procedente de las grandes multinacionales americanas. Y, por supuesto, que nos ofrezcan la posibilidad de encontrarlo en supermercados y grandes superficies (para que negar que aún hay mucha gente que no le gusta comprar en Internet, y puede que muchos de ellos sean grandes aficionados a la lectura, o médicos, o abogados, etc).Hasta ahora, los productos Wolder estaban dirigidos al entretenimiento digital móvil, sobre todo DVD y Mini-televisores portátiles. Con esta apuesta por el mercado de lectores para e-books, Wolder pretende competir con el Kindle de Amazon y el SonnyReaderSegún afirman los directivos de la empresa, ante las predicciones de las principales consultoras multinaciones, que ven en 2010 opciones de que el mercado para este tipo de dispositivos se amplíe, y tras realizar un profundo estudio de mercado, Wolder ha decidido asociarse con la empresa china Onix, con la cual ha llegado a un acuerdo para distribuir bajo la marca de Wolder los lectores de e-books que la empresa china fabrica.El objetivo de la empresa española, con este lanzamiento de cara a la campaña navideña y posibilidades de llegar a acuerdos con algunas de las principales editoriales españolas con las que ya mantiene conversaciones para distribuir sus libros, es llegar a lo largo de 2010 a el objetivo de 10.000 Boox vendidos.A lo largo del día está previsto que me envíen fotos, así que espero poder subir una galería sobre el Boox lo antes posible.[12-11-09, recibidas las fotos, a continuación tenéis la prometida galería]El Boox, nuevo lector de e-books de la empresa española Wolder