La historia de esta noticia es la de una joven chica americana que vuela a Jerusalén para visitar algunos de sus amigos. Ni corta ni perezosa se llevo de compañía para tan largo viaje su Macbook de Apple, lo que ella no sabía es que el viaje iba a ser el fin de su acompañante tecnológico.Los oficiales de seguridad del aeropuerto pararon a la chica y le hcieron unas cuantas preguntas.
Las respuestas no le convencieron y decidieron acabar con el inconveniente y peligro que podría suponer el MacBook en el país a base de balazos.Después de coser a balazos al pobre portátil, que evidentemente no sobrevivió a la cacería, la mujer pudo entrar al país para visitar a sus amigos no sin antes haber aprendido una importante lección: siempre, por pequeña que sea la posibilidad de perdida, realiza una copia de seguridad de tus datos.Aquí tenéis un par de fotos más de los agujeros de balas que han hecho del MacBook una especie de queso Gruyere, con sus agujeros de adorno:Vía