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Tribunal airea los trapos sucios de Google, YouTube y Viacom

Si para algo ha servido la multimillonaria demanda que introdujo Viacom contra Google en Estados Unidos, por la violación de sus derechos de autor a través de vídeos subidos a YouTube, ha sido para dejar claro el deterioro moral y ético de más de un ejecutivo de estas compañías.

Al parecer, todas las partes involucradas han demostrado que saben –y les gusta– lanzar golpes bajos.Hoy el tribunal americano que lleva la causa reveló las pruebas que ha recogido, entre ellas los registros de cientos de emails y conversaciones de mensajería instantánea entre los fundadores de YouTube: Chad Hurley, Steve Chen y Jawed Karim.

Las evidencias demuestran que los creadores del sitio sabían que la mayoría de los vídeos subidos por los usuarios violaban las leyes de derecho de autor, pero prefirieron ignorar la situación y seguir atrayendo tráfico. Su esperanza era que algún gran jugador de la industria tecnológica les comprara las acciones de la empresa antes de que se concretara una demanda. Esto fue lo que sucedió en 2006, cuando Google compró la compañía y heredó sus problemas legales. El tribunal también ha revelado que los ejecutivos de Google estaban conscientes de lo que sucedía en YouTube mucho antes de adquirir esa empresa por 1.650 millones de dólares. Además, según alega Viacom, Google ha mantenido una política pasiva, que no vigila el cumplimiento de las leyes de derecho de autor por parte de sus usuarios.Pero las pruebas también perjudican a Viacom, una empresa que engloba a productoras de contenido audiovisual como Paramount Pictures, MTV, Nickelodeon, Comedy Central y una docena de compañías. Según hoy destacó Google, los ejecutivos de ese consorcio le pagaron a 19 agencias de relaciones públicas para que piratearan sus películas y las montaran en YouTube; la intención habría sido acumular evidencias más sólidas para la demanda contra Google. La empresa del buscador también recordó que Viacom intentó comprar YouTube en 2005, y entonces no les parecía que ese sitio actuaba de forma reprochable.Mientras más detalles se conocen sobre este caso, peor quedan todos. Lo que a nosotros, los usuarios, nos interesa es si el futuro de YouTube está asegurado o no. Yo tiendo a creer que sí. Google puede perder el caso, pagar la demanda y empezar a controlar mejor lo que se publica en YouTube. La verdadera pregunta, entonces, será si ese sitio va a seguir siendo igual de atractivo si elimina el contenido que pertenece a los grandes estudios y disqueras.Vía

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