A finales de 2007, cuando tuve mi primer iPod Touch, recuerdo haber sentido que estaba ante un auténtico mini-ordenador. Y ciertamente en 2009, cuando mi portátil estuvo fuera de juego durante un mes, tuve la oportunidad de comprobar cuántas cosas podía hacer –crear y editar documentos de Office, enviar y recibir mensajes de correo, comprar pasajes de avión por Internet, y un larguísimo etcétera– gracias a este dispositivo.Y eso sin tomar en cuenta el jailbreak.
Al liberar un iPod Touch de la “dictadura de Steve Jobs”, se abren las puertas a una serie de posibilidades. El único límite es el que imponen el procesador ARM Cortex-A8 833 MHz (bajado a 600 MHz) y los 256 MB de memoria DRAM del dispositivo (hablo de el de tercera generación, por si acaso).Por eso no me ha sorprendido hallar hoy este vídeo que os dejo después del salto.
Se trata de 12 unidades del iPod Touch sincronizadas para funcionar como un videowall. Y el dispositivo con el que se les coordina es nada menos que otro iPod Touch.Por lo que he leído, esta demostración con los 12 iPod Touch es un poco engañosa. No ha sido posible programarlos para que dividan automáticamente la señal; así que los creadores de este demo han editado doce versiones del vídeo (se trata de la película Tron) tomando pequeños trozos de la pantalla, los han subido a cada dispositivo para que sean reproducidos de manera sincronizada.El proyecto es de Mongoose Studio, una empresa de diseño japonesa que se ha propuesto como meta “hacer el mundo más divertido”. El mes pasado ya vimos otros ejemplos, también desde Japón, de cómo desatar la creatividad a través de productos Apple.Vía