Luke Reimer, director de proyectos de Fluid Media, ha publicado en Smashing Magazine un post muy interesante en el que explica como Flash y HTML5 no son dos tecnologías incompatibles y, en particular, cómo Flash no morirá a causa del uso de HTML5.Reimer escribe conociendo la causa: ha sido desarrollador Web para las mayores compañías de telecominicación del mundo y tiene 10 años de experiencia en el campo del desarrollo de páginas Web.
Para él Flash y HTML5 tienen aplicaciones muy diferentes.Flash no se usa sólo en la Web, su principal y más innovadora característica es su aplicación al aprendizaje, entrenamiento y a las aplicaciones Intranet. A pesar de que esta tecnología pueda parecer simple, lenta y pesada en sus aplicaciones en la Web, su capacidad de interacción con bases de datos, su buena integración con PHP y XML, el uso de Actionscript 3 y las funcionalidades de importación y exportación de plugins lo convierten en una herramienta muy potente y robusta para la producción de contenidos corporativos.Muchos productores de software se están adaptando a Flash: Android está a punto de lanzar un entorno compatible, Adobe está terminando su versión del códec para smartphones, y RIM ha entrado en el proyecto Open Screen de Adobe para permitir la integración de Flash en su plataforma.
La tecnología Flash ha sido también usada en exceso y de forma inadecuada en el diseño Web, y ahora, por fin, las compañías se están replanteando seguir utilizándolo para estos fines.Para Luke Reimer, HTML5 es un estándar totalmente dedicado a la Web, y por esta razón se va a imponer sobre los demás estándares, como pasó con CSS, que marcó el final de las plantillas HTML basadas en tablas. Reimer no tiene dudas, en el futuro HTML5 y CSS3 van a ser los estándares a los que tendrán que adaptarse todos los navegadores. Flash no morirá, pero perderá parte de su terreno sobre la Web y tendrá más influencia sobre las aplicaciones corporativas.