Con esos tres ingredientes, Luke Geissbühler de 40 años y su hijo Max de siete, han conseguido grabar un vídeo de 102 minutos y alcanzar una altura de 30 kilómetros y, de paso, conseguir unas bellas imágenes desde la estratosfera.A veces con un poco de conocimiento y mucha imaginación se obtienen resultados maravillosos que asombran a más de uno.
Una pequeña cápsula de porexpan ha servido para elevar un iPhone y una cámara HD hasta la estratosfera y grabar una bonita aventura.El iPhone tenía como finalidad la localización GPS de la sonda, sobretodo en el momento del aterrizaje.
La sonda ha sobrevivido a vientos de más de 160 km/h, temperaturas de -60ºC y una velocidad de descenso de 240 km/h. Sorprende más aún que hayan recuperado el material, que aterrizó a tan solo 48 kilómetros al norte de donde fue lanzada.Homemade Spacecraft from Luke Geissbuhler on Vimeo.Cuando estábamos viendo el vídeo, pensamos que si llegábamos a ver negro (refiriendo al negro del espacio) íbamos a alucinar. Así que nos volvimos locos de alegría al ver la grabación. Había mucho más de lo que esperábamos que hubiera. Asegura Geissbühler (traducción libre).Esta hazaña me ha recordado a los cuatro alumnos de un instituto catalán que lograron fotografiar el espacio desde una altura de 30 kilómetros, con un globo sonda y una cámara Nikon de 8MP. El proyecto se denominó Meteotek08 y recogieron en Flickr las mejores fotos capturadas y un resumen de su aventura.Vía
Aunque muchos han usado Google Forms, otros no tienen conocimiento de su uso. Por eso acá explicamos qué es y cómo es su uso adecuado.
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