Hace ocho meses Microsoft aprovechó el World Mobile Congress que se llevó a cabo en Barcelona para anunciar que estaba creando un nuevo sistema operativo para móviles. Después de los rumores, filtraciones y vaivenes de rigor, hoy la compañía ha presentado en Nueva York su Windows Phone 7, y la gran noticia es que las grandes empresas del sector parecen dispuestas a darle una oportunidad al nuevo OS.Fabricantes de dispositivos como Samsung, HTC, LG y Dell, y operadoras de telefonía móvil como AT&T y T-Mobile, se han anotado al lanzamiento de WP7 para ofrecer terminales y planes de servicio que competirán en un mercado que, honestamente, ya no parece dejar espacio a nuevos jugadores.
El nuevo sistema operativo de Microsoft deberá competir con el Symbian de Nokia que aún encabeza la carrera mundial en materia de smartphones, el Blackberry de Research In Motion que parece encaminado a perder su liderazgo en Estados Unidos, el iOS de Apple que aunque vende menos dispositivos gana más dinero gracias a las aplicaciones, y el Android de Google que ya ha logrado poner a temblar a los demás.Pero Microsoft, que domina con creces el mercado mundial de ordenadores y es una de las empresas más grandes del mundo, ha decidido probar suerte en el mercado móvil… a pesar de los pésimos resultados que obtuvo hace unos meses con el lanzamiento del Kin, un teléfono que no sólo desapareció del mercado de inmediato, sino que al parecer se llevó consigo 50% del bono por resultados que por estos días debía recibir Steve Ballmer, el presidente de la compañía.Ballmer comenzó el acto de hoy afirmando que WP7 es diferente a los demás sistemas operativos “no sólo por lo que el teléfono os permitirá hacer, sino también por la manera en que os lo permitirá hacer”.
El ejecutivo dijo que Microsoft se enfocó “en como la gente real quiere usar sus teléfonos cuando están en la calle”.De lo que se trata, al parecer, es de ofrecer un camino intermedio entre iOS, que nos obliga a usar el móvil según los caprichos de Apple, y Android, que a veces requiere que le dediquemos demasiadas neuronas a personalizar nuestro sistema operativo a través de aplicaciones. En resumen, Microsoft apuesta a una personalización que no requiera pensar tanto… y por mucha desconfianza que uno suele sentir hacia los padres del monopolio Windows, la verdad es que esto no suena mal.Los primeros teléfonos WP7 llegarán a manos de los comerciantes el 8 de noviembre, y Ballmer anunció que habrá por lo menos nueve modelos disponibles (según sus cálculos, estos terminales estarán disponibles para los clientes de 60 operadoras de telefonía móvil, en más de 30 países).Por su parte, Ralph de la Vega, el presidente de la división de servicios móviles de AT&T, expresó su satisfacción con WP7 y anunció que la compañía ofrecerá tres teléfonos a sus clientes: el Quantum de LG, el Surround de HTC y el Focus de Samsung. La presencia de este ejecutivo en el lanzamiento de Microsoft me ha parecido importante, pues AT&T tiene el monopolio del iPhone en Estados Unidos.Joe Belfiore, uno de los vicepresidentes de Microsoft, realizó un recorrido en pantalla gigante por el nuevo sistema operativo, cuya pantalla de inicio se compone de cuadros que Microsoft llama losas, y que funcionan como accesos directos a aplicaciones, herramientas, contenidos o bases de datos. Belfiore demostró la manera como el usuario puede interactuar con estos íconos. Además, exhibió el funcionamiento de la cámara, el email y de aplicaciones como PowerPoint y Outlook, que ciertamente se ven geniales, la lista de contactos integrada a redes sociales, aplicaciones interesantes de eBay o IMDB y, por supuesto, el entorno de juegos Xbox Live.Increíblemente, el sistema operativo aún no permite copiar y pegar; pero esto llegará a principios de 2011 mediante una actualización online de WP7. La presentación terminó con una serie de entrevistas en vídeo con ejecutivos de Dell, HTC, LG y Samsung, en las que quedó claro que esas compañías están emocionadas con el nuevo OS de Microsoft. Todo esto está muy bien, pero habrá que ver a qué velocidad los creadores de apps se suman a esta plataforma; porque, sin el apoyo y el interés de ellos, Windows Phone 7 estará tan muerto como el Kin.Vía