Anoche Google no se conformó con anunciar que había superado las expectativas de Wall Street con los resultados financieros del último trimestre. Además, Eric Schmidt aprovechó la ocasión para informar que, tras 10 años el frente de la compañía, dejará la presidencia en manos de uno de sus fundadores, el súper friki Larry Page.
Schmidt será el presidente de la junta directiva, una posición con bastante menos responsabilidades ejecutivas, y el otro creador de Google, Sergey Brin, dejará el cargo de presidente de tecnología y asumirá la posición oficial de co-fundador.Los cambios se harán efectivos a partir del 4 de abril.
Schmidt dijo que, pese a la reorganización, los tres directivos seguirán tomando muchas decisiones importantes en conjunto, pero dejó claro que comienza la era de Page como CEO de Google.Como ya hemos hablado, Schmidt fue contratado como presidente ejecutivo de Google en 2001 debido a la insistencia de los inversores de la compañía, que confiaban en la genialidad de Page y Brin para crear productos, pero no en sus dotes como gerentes.Schmidt, entonces, debía ser una especie de tutor de los dos inexpertos geniecillos. Pero anoche su mensaje, a través de Twitter, no pudo ser más claro: “Ya no es necesaria supervisión adulta constante”.Vía
