Y pensar que nosotros nos quejamos por nuestra conexión a Internet. En Canadá, el gobierno ha decretado una ley con la que se prohibe contratar una línea de banda ancha fija sin límite de descarga.Esto pondrá las cosas mucho más fáciles a las operadoras, que empezarán a facturar según el volumen de tráfico que generen los usuarios con su conexión a Internet.
Estas técnicas no son una novedad en el país norteamericano, pues compañías como Bell o Rogers ya establecían límites de uso de datos.Una vez agotado ese límite, el usuario podrá abonar una cantidad para comprar paquetes de ampliación o bien pagar por lo que consuma.
En cualquier caso el mínimo establecido por esta superación podría llegar a los cinco dólares por cada 40GB extra.Con esta ley, las operadoras tienen via libre para eliminar su oferta ilimitada, poniendo tope a los que mayor uso de Internet hacían. Esta técnica polémica pone de manifiesto el interés de las operadoras por limitar el consumo de banda por los usuarios.Esta noticia puede afectarnos en cierta medida, pues la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones española había propuesto hace un tiempo esta medida, y es posible que dentro de un tiempo tengamos que hablar de ella en nuestro país.Vía