WhatsApp, con permiso de LINE, sigue siendo a día de hoy el servicio de mensajería instantánea más popular para teléfonos móviles. La aplicación permite intercambio de mensajes gratuitos entre usuarios, cuyas cuentas se crean en base a su número de teléfono.
Así, basta con tener a tus amigos en la agenda para poder conversar con ellos de forma rápida y sin límites, pudiendo también hacer grupos de conversación e intercambiar contenidos multimedia. Todo muy bonito, sobre todo para los usuarios de smartphones con Android, que hasta ahora lo han disfrutado gratuitamente.
Ahora bien, el filón de la popularidad alcanzada no escapa a nadie. WhatsApp ya forma parte de la vida cotidiana de millones de personas, una herramienta imprescindible para el día a día. Pese a que la app nació siendo gratuita, siempre se informó de que había una caducidad a ese período de prueba en que no había que rascarse el bolsillo. No obstante, una vez llegada la fecha, los usuarios de Android se encontraban con que no hacía falta pagar, pues la fecha de expiración del servicio se extendía de forma automática por un año más. Esto se ha terminado. Desde hace unos días, a todos los que se les ha ido expirando la licencia se han encontrado con que dicho período no se extendía, viéndose obligados a pagar por la aplicación. De otro modo, el servicio no estaba funcional. El precio de WhatsApp es de 78 céntimos, una miseria teniendo en cuenta el uso intensivo que le damos la gran mayoría. Por eso, ahora sí, no queda más remedio que pasar por caja y abonar el importe que, recordemos, es anual. Cada 12 meses habrá que pagar.