El ser humano nunca ha dejado de cuestionarse su existencia: ¿De dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos?, ¿vivimos en una realidad simulada? Ay, cómo nos gusta plantearnos escenarios que en la actualidad nos parecen pura ciencia ficción. Y, sin embargo, las posibilidades son tan amplias que cualquier línea de investigación suscita buen interés.
Hace una década, un filósofo británico llamado Nick Bostrom, de la Universidad de Oxford, publicó un artículo sobre esta idea concreta, que la humanidad esté viviendo en una simulación artificial de ordenador. Ahora, un equipo de físicos de la Universidad de Washington han recuperado el concepto y le han visto potencial para ser investigado.
Con la tecnología actual, mediante una técnica conocida como cromodinámica cuántica, se puede recrear el universo en un tamaño minúsculo, poco más que el del núcleo de un átomo. Esperan que en el futuro, con la evolución tecnológica, se pueda alcanzar tamaños mayores: el de una molécula, una célula o incluso el de un ser humano. No obstante, se tardará generaciones en lograr el poder suficiente para una simulación suficientemente extensa que permita comprobar con certeza si vivimos en una realidad artificial o no. El objetivo es aplicar la teoría para crear una simulación que se rija estrictamente por las leyes de la física, de manera que se pueda comparar con nuestro propio mundo y tratar de encontrar patrones que determinen si vivimos nosotros también en un modelo artificial. Una vez resuelta esta cuestión, cabría preguntarse si no existen otras simulaciones paralelas a las nuestras, y plantear una posible comunicación entre ellas.Vía
