La fotografía que véis sobre estas líneas ha sido compartida por Carl Ledbetter, director creativo de Xbox, durante su ponencia en la Microsoft Worldwide Partner Conference 2013. En la misma podemos ver multitud de diseños descartados para su Xbox One, desde pequeñas cajitas hasta enormes armatostes, de los más redondeados a prototipos rectangulares.
Incluso hay uno a la izquierda que os dejará la mar de asombrados, con un estilo muy peculiar que hace pensar en una OUYA de la cuarta dimensión. El directivo de Microsoft explicó que su objetivo estaba centrado en conseguir una máquina sencilla y elegante, que a su vez pareciese artesanal y de calidad.
A partir de estos principios se fue conformando el diseño hasta llegar al actual que conocemos, que será el definitivo y parece encajar con todas estas ideas que barajaba el equipo. Hasta 30 personas colaboraron en el aspecto de la consola, y todas las ideas se materializaron para probarlas en entornos reales como el salón de casa, mirando si funcionaban y encajaban con lo que se esperaba de la plataforma. La cosa no se queda ahí, porque para el mando hubo incluso más trabajo. Sobre 200 prototipos fueron creados para encontrar la forma más ergonómica y cómoda para el usuario. Cuando estaban haciendo los testeos, el equipo descubrió que el jugador podía percibir las milimétricas diferencias entre un control u otro, así que había que encontrar la medida exacta que satisfaciera a todos por igual, dando justo en el clavo para que luego no echemos de menos el gamepad de la Xbox 360. ¿Creéis que lo habrán conseguido?Vía
