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Los inquietantes saltos del Coronavirus llega a los animales

El salto del Coronavirus llega a los animales, pero no existen indicios de que las mascotas lo hayan transmitido.

Coronavirus animales
Coronavirus animales

En sus inicios, el coronavirus logró colapsar una región de 11 millones de habitantes en Wuhan, la que es la ciudad más poblada en la zona central de China, en lo que a finales de diciembre se detectaron los primeros contagiados por un virus que ha acabado por provocar una epidemia a nivel mundial.

El salto del Coronavirus llega a los animales

Esta pandemia, que actualmente ha provocado más de 1,2 millones de casos en personas, ha terminado también por provocar su efecto en los animales.

Sin embargo, y como las autoridades sanitarias así lo han explicado, mientras que sí que puede transmitirse de los humanos a sus perros, gatos y hurones, no está confirmado que la transmisión se produzca a la inversa.

Y es que recientemente han aparecido diversos hechos de importancia en los que se han dado casos positivos por coronavirus en algunos animales, el último ocurrido en el zoológico del Bronx, uno de los más grandes de Estados Unidos, con una tigresa. Aquí, la hembra desarrolló una tos seca con el posterior diagonóstico de que un empleado asintomático le contagió el virus.

Esto evidencia que el Coronavirus ya ha dado lo que se llama como ‘triple salto mortal’, donde si al principio se habría originado por el murcielago chino, éste dio paso al pangolín y de aquí a los humanos. Por el momento, éste se toma como algo irracional por los científicos dado que todavía no tiene certezas suficientes.

Y aunque la expansión se haya propagado por todo el mundo, la infección solo se ha confirmado en esta tigresa y en otros tres casos de animales: dos perros y un gato, por lo que, como resalta la Organización Mundial de Sanidad Animal, no existe ningún indicio palpable “de que las mascotas hayan transmitido este nuevo Coronavirus”, pero sí recomiendan que las personas enfermas eviten el contacto con las mascotas, porque “la salud de las personas está estrechamente conectada con la de los animales”.

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